Una nube de polvo, la mezcla de olores a pescado y verduras descompuestas, y una larga columna de buses y camionetas, que pitan a cada momento, son parte de la rutina comercial que hay en la zona conocida como la Entrada de la línea 8, al noroeste de la ciudad.

Quioscos de alimentos -pastelitos, carnes y verduras-, de ropa y de bebidas, que tienen de techo fundas y paraguas,  forman una hilera en el parterre central, que surca la avenida Casuarina, que conduce a precooperativas, cooperativas e invasiones, en las que habitan 481.700 familias.

Los comerciantes informales, hace dos años, ocupaban, incluso, los portales de las construcciones y parte de la vía Perimetral; sin embargo, por los operativos municipales solo quedaron los que actualmente se encuentran en el centro  de los cuatro carriles de la calle.

En medio de esa oferta de productos comestibles y textiles, los negocios de electrodomésticos vieron en la polvorienta Casuarina el lugar ideal para instalar locales de aparatos de última generación.

Una de las vendedoras de legumbres, ataviada con su vestimenta indígena, la tarde del lunes cruza rápidamente de su puesto de comida para cancelar una cuota de un electrodoméstico de línea blanca en Credi Hogar, uno de los locales, según Álex Erazo, quien recibe los pagos, más antiguo del sector.

Erazo, en 10 años que su negocio funciona en la zona, ha visto últimamente que el sector, por el incremento de peatones y vehículos, se ha convertido en una especie de avenida 9 de Octubre (la principal de la ciudad), pues desde entonces la mayoría de empresas ha abierto una sucursal en el sitio, considerado uno de los más lejanos de la ciudad.

La diferencia principal de la negociación está -en varios locales- en la forma de pago de los clientes. “Como el 85% de ellos no tiene un empleo fijo, nosotros les permitimos que hagan abonos semanales hasta completar el monto establecido mensualmente”, explica Erazo, mientras la mujer tímidamente se oculta  de la cámara fotográfica y corre hasta la acera cercana para continuar con la venta de comida.

Metros más adelante, donde el asfalto va desapareciendo en la calle que fue construida el año pasado, está el Palacio del Hogar que, según Ney Pincay, quien labora en el local, tiene aproximadamente un lustro.

Pincay, acalorado por la falta de aire acondicionado -situación que se repite en todos los almacenes de la área- prefiere hablar primero de las necesidades que hay en el nuevo polo de desarrollo del cantón. “Ayudaría a incrementar el comercio el arreglo de esta vía, pero no lo hace el Municipio ni el Gobierno por sus disputas”, opina.

Explica que para permitir el acceso a los productos más cotizados (cocinas, lavadoras, computadoras -laptop y PC- y LCD), uno de los principales requisitos que exigen a los clientes, además de confirmar a qué actividades se dedican, es que estén en posesión del terreno, ya que la zona, donde la mayoría de viviendas es de cañas, se formó a raíz de las invasiones. “Pero también hay otras opciones, como buscar un garante”.

Más “vecinos” llegan

En la Casuarina en los últimos dos años se vive, en términos comerciales, una “guerra” de venta de electrodomésticos entre los pequeños negocios, pocos conocidos, y las nuevas cadenas, que tienen estructuras grandes, cuyos nombres son identificados por la publicidad en la televisión.

Mauricio Rodríguez, quien atiende en un local de Crédito Económicos en el sector, explica que la cadena abrió recientemente uno en el lugar, debido a que hasta al del centro llegaban muchos clientes de Monte Sinaí que pedían un crédito, pero era complicado por la lejanía del sector y por las direcciones de las casas, que estaban ubicadas en calles sin nombres.

“Estar acá tiene incluso un sentido social, porque ayudamos a mejorar la calidad de vida de los habitantes  que quieren progresar”, expresa el trabajador, quien califica a la avenida como “la capital del asentamiento”.

En otro de los locales Diana Baratau, jefa de venta de la empresa telefónica Movistar, se muestra asombrada por los porcentajes de venta que hay en el lugar.

“A pesar de que estamos en un lugar nuevo, tenemos un crecimiento de 20% de ventas, eso solo se equipara a lo que pasa en la 9 de Octubre”, dice la vendedora. En los próximos días en la vía también se abrirá una sucursal de   Marcimex.