La obra será entregada el próximo 31 de julio
La ampliación de aeropuerto está en el 87%
La ampliación de la zona de embarque del aeropuerto José Joaquín de Olmedo ha avanzado el 87% y su inauguración se efectuará en el transcurso de este mes, según lo previsto en el cronograma de la Terminal Aeroportuaria de Guayaquil (Tagsa).
Actualmente, solo faltan ultimar acabados en el interior de las salas de espera y las 3 nuevas mangas (puentes de embarque de pasajeros), indicó Enrique Pasquieri, coordinador de la obra.
Los trabajos, que iniciaron en noviembre de 2013, están a cargo del consorcio Ekron-Helport y, hasta el momento no han existido novedades respecto a las labores. “Se ha cumplido con el concepto original”.
Se ha desarrollado la infraestructura prevista en cuanto a las salas de arribo, embarque y preembarque, tanto en vuelos nacionales como internacionales.
También se construyeron áreas de control de seguridad y nuevas bodegas y oficinas para las aerolíneas. Entre los elementos que faltan por colocar están parte del cielo raso y cerámica de pisos. Por el momento se realizan pruebas para verificar el normal funcionamiento de los sistemas electrónicos de las mangas. “Los ascensores tendrían que llegar este fin de semana”, adelantó Pasquieri.
Mientras, Tagsa adelantó que la fecha prevista para la inauguración de las 3 mangas es el 31 de julio.
Según cifras de la entidad, el aeropuerto José Joaquín de Olmedo tiene capacidad para movilizar hasta 5 millones de usuarios. Actualmente traslada 1’058.500 viajeros al año (2.900 diarios). Entre 2012 y 2013 la cifra se incrementó el 6% (1’122.010 pasajeros). Para la concesionaria, con la ampliación se atenderá hasta 7 millones de pasajeros al año, lo que significaría el incremento de 11% en la demanda de vuelos internacionales. La inversión es de $ 11 millones.
Ángel Córdova, gerente general de Tagsa, explicó meses atrás que el inicio de las mejoras estaba previsto para 2019, pero que el retraso de vuelos originados por las condiciones climáticas del aeropuerto de Tababela, en Quito, motivó que se adelantara la agenda señalada.
Según Córdova, los pasajeros nacionales habían dejado de trasladarse en avión porque consideran que el nuevo aeropuerto de Quito está lejos de la ciudad. “Esto ha significado la reducción del 4%”.
Mientras que, el alcalde Jaime Nebot, públicamente, manifestó que los trabajos no han afectado la normal operación de la terminal aérea y que no incrementarán los valores que se cancelan por concepto de tasas aeroportuarias.
La obra, según lo proyectado, cubrirá la demanda hasta 2024, es decir, que no habrá remodelaciones hasta dentro de una década.