Pasadas las 10:00 los estudiantes se encontraban bajo sus carpas ultimando detalles para comenzar a exponer sus trabajos al público y a las autoridades del Tecnológico Sudamericano, que organizó el acto. En el Parque Forestal, al sur de la ciudad, se armaron seis carpas, en total, correspondientes a las carreras de Administración de Empresas, Comercio Exterior y Marketing; Gastronomía; Diseño de Interior y Diseño Gráfico; Sistemas y Electrónica; y Diseño de Modas.

Música pop junto con un variado refrigerio y souvenirs propios de cada estand acompañaron la feria. Los estudiantes  adecuaron las carpas según el tema e incluso se identificaron con su trabajo. Por  ejemplo, una alumna del estand de Administración  de Empresas, Comercio Exterior y Marketing se disfrazó como vendedora de Bon Ice para promover el análisis que realizó con sus compañeros sobre los comerciantes de esta marca de bolos.

Ricardo Mera, director del área mencionada, señaló que se enfocaron en ellos para conocer la rentabilidad que representan. Son 32 estudiantes que se dedicaron a analizar el  sector de los vendedores informales, específicamente aquellos que ofrecen colas, caramelos, cigarrillos, Bon Ice y lotería.

Agregó que “ellos quieren exponer sus conclusiones. Realizaron estudios de mercado y entrevistas con los vendedores con el fin  de obtener información de una fuente directa”.

Alfredo Monar, de 26 años, cursa el primer año de administración y trabajó con tres compañeros respecto a los comerciantes de Bon Ice. “Nos contaron que deben vender aproximadamente 220 bolos diarios  para  ganar el salario mínimo. Pero no cumplen con esto, por lo que logran $180 mensuales. Ellos se quedan en los colegios porque los estudiantes consumen el producto”.

Sonia Villacrés, directora de la institución, señaló que la temática de la  exposición es el emprendimiento. “El objetivo de ellos es demostrar cómo, con una poca inversión, pueden llegar a crear un gran proyecto”.

También  explicó que el establecimiento cuenta con incubadoras de negocios. “Se trata de módulos donde los estudiantes colocan su proyecto y consiguen sus primeros clientes. Una vez que tienen la capacidad de independizarse, salen al mercado”.

Otro joven emprendedor es Roque Cuenca, quien cursa el segundo ciclo en Análisis de Sistemas. “El proyecto que expongo se trata de la publicidad por medio de correos masivos y redes sociales. Lo realizaría a través del desarrollo de aplicaciones, impulsando productos de gente particular de  empresas grandes”.

Este joven está consciente de que para comenzar su plan necesita 2.000 dólares, para montar un servidor de 800 dólares.

Carolyn Cajas, quien está en el nivel 200 de gastronomía, piensa que trabajar con jugo de soya es una propuesta rentable. “Puedes poner una microempresa con este producto. Se cocinan los frejoles, se los remoja, pela y licúa con cualquier pulpa de fruta. El costo es bajo. Se requiere alrededor de 1.000 a 1.200 dólares para empezar,  e incluso se puede  percibir el doble de lo que se invierte”.

Javier Jaramillo, licenciado en producción audiovisual y profesor del Tecnológico Sudamericano, contó que los estudiantes de esta área pueden ilustrar para Internet, multimedia y diseño 3D para diferentes proyectos.

Javier Cruz, relacionista público del establecimiento, contó  que “el propósito es ayudar a los chicos para que sean emprendores. Una de las iniciativas de los directivos de la institución es crear conciencia de que los estudiantes, que cursan una carrera y que tienen título, se dediquen a su área. El acto es para quienes se forman académicamente y sienten el deseo de superarse con  un negocio”.