Casas del noroeste, cerca del ducto
La empresa Conduto, contratista de Petroecuador, está por concluir las obras de instalación del gasoducto del proyecto Monteverde-Pascuales, tanto en la vía a la Costa como en el noroeste de la urbe, según lo que se observó ayer en las zonas y lo que fue confirmado por varios trabajadores de la entidad.
Los ductos, de 12,5 pulgadas de diámetro, ya se encuentran bajo tierra en la ruta que cubre 11 asentamientos populares, desde Mi Lote hasta Horizontes del Guerrero.
Datos proporcionados por el Municipio de Guayaquil estiman que, entre la vía a la Costa y el noroeste, hay 400 mil personas que residirán en áreas aledañas a las zonas por donde pasará la tubería que transportará gas licuado de petróleo (GLP).
Matilde Vaca, habitante de Horizontes del Guerrero (noroeste), admitió que cuando vio las tuberías pensó que se trataba de alguna obra de agua potable.
En la segunda quincena de noviembre pasado, cerca de un mes después de iniciadas las protestas en la vía a la Costa, los habitantes del noroeste recibieron algunas informaciones sobre el gasoducto. “Primero fueron las de las urbanizaciones y luego las de Petroecuador... al final no sabemos quiénes dicen la verdad acerca de los peligros de la obra”.
Las opiniones son divididas en cuanto al impacto que tendrá la operación del gasoducto en los sectores del noroeste.
Además, del riesgo de explosiones -hipótesis planteadas por las urbanizaciones de la vía a la Costa-, hay inquietud por los rumores de un posible desalojo de familias que habitan a menos de 15 metros del gasoducto.
Varios asentamientos populares, por donde pasa el gasoducto en paralelo con poliductos con alrededor de 30 años de existencia, comenzaron como invasiones: Flor de Bastión, Paraíso de la Flor, Nueva Prosperina, entre otras, que fueron incluidas dentro de los predios urbanos del Cabildo.
En el caso de Flor de Bastión, Paraíso de la Flor y Horizontes del Guerrero, las viviendas están a una distancia de menos de 15 metros con los poliductos. Incluso, algunas casas están ubicadas a 5 metros de la ruta del gasoducto.
Segundo Chávez, de Flor de Bastión, comentó que los rumores de desalojo comenzaron luego de que se iniciaron las protestas en la vía a la Costa. “Ahora vemos en las noticias que se debía guardar 15 metros de distancia con el primer poliducto y que Petroecuador puede derrumbar aquellas casas que estén sobre este límite”.
El ciudadano recordó que hasta hace tres meses, los únicos problemas eran la falta de alcantarillado y pavimentación en varias peatonales. “Ni el Municipio ni Petroecuador nos dice qué pasará”.
El poliducto Tres Bocas-Pascuales, que atraviesa estos sectores, cuenta con algunos hitos que advierten de su ruta. En varios tramos del gasoducto aún no se han colocado rótulos que indiquen la instalación.
Los moradores de la zona tampoco coincidieron en los beneficios que ofreció Petroecuador, como un parque lineal y la dotación de gas por tubería.
Josefa Núñez, de Paraíso de la Flor, mostró su inquietud sobre si las futuras obras para el sector tendrán impacto en los ductos de las redes de la empresa estatal. “Han roto tuberías de agua por otras obras... No tenemos garantías de que eso se puede prevenir en estos ductos”.
Resolución sobre recurso de amparo contra gasoducto
Hasta el cierre de esta edición, aún se desconocía la resolución del Juzgado Tercero de la Niñez y la Familia que tenía conocimiento del pedido de recurso de amparo contra la instalación del gasoducto, solicitado por habitantes de la vía a la Costa.
El sábado anterior se desarrolló la audiencia, presidida por la jueza Victoria Totoy, en la que participaron los representantes legales de los moradores y de Petroecuador.
Mario Sánchez, abogado de la estatal, solicitó que no se diera paso al recurso de amparo debido a que no se han probado los riesgos que causaría la obra.
Mientras que, el representante de la parte contraria, Pedro Cruz, expuso que sus defendidos no se oponen al gasoducto, pero que se debe respetar el convenio con el Municipio, del 25 de mayo de 2006, en el que Petroecuador se ha comprometido a desviar el ducto por zonas despobladas.