Guillermo Salvatierra, de Sauces 8, norte de Guayaquil, no visitaba a un amigo que vive en el sector del Guasmo norte hace año y medio. Finalmente tuvo ese encuentro el pasado viernes, pero el viaje, tanto de ida como de regreso, no le resultó tranquilo.

Al llegar a la avenida 25 de Julio, a la altura de la ciudadela Valdivia, Salvatierra se topa con una escena inusual para él: parte del asfalto se desprendió lo cual dejó al descubierto el hormigón que sirve como base, lo que provocó la aparición de baches.

“Siempre había creído que era una de las vías mejor cuidadas”, comentó Salvatierra, quien tuvo que conducir con extrema precaución para evitar algún desperfecto en la amortiguación de su auto.

La aparición de hendiduras en la calzada es una situación recurrente en la ciudad, especialmente durante la temporada invernal.

Las vías con mayor fluidez vehicular resultan las más afectadas, a excepción de aquellas que son de hormigón rígido, como ocurre en sectores como Samanes, Mapasingue Este y Vergeles, donde las calles tienen entre 5 y 8 años de arregladas sin presentar mayor desgaste.

A finales de 2016, el Concejo municipal aprobó la ordenanza presupuestaria para el siguiente año en donde se asignaron $7’154.878,73 a la Dirección de Obras Públicas para “mantenimientos y reparaciones de obras”, según consta en los anexos del mencionado documento.

Mientras que en la ordenanza aprobada en diciembre de 2017, para la proforma del año en curso, se establecieron $5’748.315,20, es decir una reducción de aproximadamente 20%.

En semanas recientes, decenas de ciudadanos han presentado observaciones por un supuesto incremento de baches en las calles. Uno de ellos es Roberto Marín, del bloque 1 A de Bastión Popular, quien señaló que las vías apenas fueron arregladas a mediados del año pasado.

Si bien los daños no son tan severos como en la av. 25 de Julio, resulta decepcionante que los primeros huecos aparecieran en menos de un año, expresó Marín.

Una situación similar se observa en tramos de la calle Portete y la vía Perimetral, donde las hendiduras son leves pero ya representan una señal de advertencia para los conductores.

Para Luis Gómez, presidente de la Federación de Barrios de Guayaquil, el Cabildo no socializa lo suficiente sobre las prioridades en la obra pública. “Ya debería caer en cuenta que el asfalto no funciona en ciertas calles y lo ideal sería cambiarlo por hormigón”. Por su parte, el Cabildo ha defendido la tesis de que las gestiones son socializadas. (I)