Guayaquil lucha por ubicar a la mujer en el desarrollo económico y terminar con el maltrato
Violencia, maltrato, acoso y discriminación son algunos de los problemas que afrontan las mujeres de Guayaquil. No son nuevos, son parte de lo que está enraizado dentro de la sociedad ecuatoriana. Todo esto se agudizó durante el encierro obligado por la pandemia, que todavía sigue engrosando las cifras de infectados y muertos en el territorio.
“Es lamentable ver en los noticieros el incremento de femicidios en Ecuador. La cuarentena nos reveló otra de las emergencias, con los indicadores en rojo en violencia de género”, dice Isabel Noboa, destacada empresaria guayaquileña que preside el consorcio Nobis, quien lamenta que muchas mujeres mantienen en silencio el problema.
Noboa, quien fue entrevistada por los medios públicos El Telégrafo y Ecuadortv, lanzó una propuesta al mundo empresarial, para realizar proyectos mediante alianzas nacionales e internacionales para involucrar a la mujer en el desarrollo.
Todo comienza con la educación, para lograr una independencia económica y para eso luchan mujeres guayaquileñas y aquellas que llegaron al Puerto Principal que se convirtió en su casa para ser emprendedoras, guerreras, extrovertidas y solidarias, asegura Noboa.
“La formación en valores es la base también para que se termine la violencia contra la mujer. Se puede hacer mucho para que se pueda levantar la voz y terminar con el problema”, afirma.
María Gloria Alarcón, integrante del Comité Bicentenario y expresidenta de la Cámara de Comercio de Guayaquil asegura que la educación debe ser equitativa, que permita a la mujer obtener independencia y libertad económica. “Esto hace que sean menos vulnerables al maltrato por dependencia y desesperación, eso les abrirá las puertas de su desarrollo personal, profesional y autoestima”, sostiene.
Uno de los ejes de cambio son las campañas enfocadas en las zonas rurales. “Las niñas tienen menos oportunidades de educación, juegan roles un poco más de ayuda en sus casas y son más limitadas. Trabajar no solo en el ámbito legal sino en la capacitación. Hay mucho camino por recorrer para lograr la tan ansiada igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres”, acota Alarcón.
Isabel Noboa impulsa dos proyectos para mujeres a partir de la educación
La presidenta del grupo Nobis, Isabel Noboa Pontón, impulsa dos proyectos para la formación, el fortalecimiento y para descubrir las habilidades de las mujeres desde carreras técnicas.
La empresa DP World, firma que forma parte del consorcio Nobis, encargada de la operación de la terminal de Aguas Profundas de Posorja, localizada en el provincia del Guayas, abrió oportunidades para que las mujeres puedan trabajar en temas de logística, que siempre han estado manejados por personal masculino y avanza en el empoderamiento de las mujeres, mediante un convenio para el acceso a la educación superior.
“El objetivo es atraer a la industria portuaria a mujeres que quieran desarrollarse en carreras técnicas y tecnológicas. Actualmente contamos con 30 mujeres guardias de seguridad, que previamente fueron capacitadas para cumplir ese rol. Otras 6 mujeres son operadoras de grúas. En DP World la mano de obra femenina representa un 20%”, indica Noboa.
El segundo proyecto de la fundación Nobis se llama denomina Emprende Posorja y busca fortalecer las capacidades en corte y confección de 90 mujeres jóvenes que no tienen empleo. “Para la creación de una asociación de confección con fines de lucro apoyando de esta manera el desarrollo económico de sus familias y de la comunidad.”, explica la presidenta de ese conglomerado.
La empresa privada debe apadrinar a las mujeres: María Gloria Alarcón
María Gloria Alarcón dice, de su lado, que es imprescindible que desde el estado se redoblen esfuerzos para el apoyo a los emprendedores y que el rol de la empresa privada debe ser apadrinar a pequeños negocios con miras a su crecimiento y a la generación de empleo y el pago de impuestos.
“La mayor lección que nos ha dejado la emergencia es que cuando uno tiene un problema, la única manera de salir adelante es el trabajo en conjunto, desinteresado, despersonalizado y falto de protagonismos para encontrar una solución común”, apostilla la empresaria.
El acoso callejero debe terminar: Silvia Buendía
Es acoso callejero es otro problema no solo de la urbe porteña, sino a nivel mundial y supone un riesgo para que las mujeres puedan desarrollar actividades cotidianas como transitar o utilizar el transporte público.
No está tipificado como delito. Pero se debe trabajar desde del respeto a los derechos y la convivencia en un ambiente seguro. La abogada Silvia Buendía analiza este comportamiento y señala que “no solo somos una sociedad misógina, machista, sino también una sociedad pedofílica. Esto es algo histórico que está en nuestras costumbres”.
El acoso callejero describe una expresión de nuestra idiosincrasia. “De ese machismo que se exacerba y tiene que hacerle saber a la mujer, adolescente o niña que es un objeto para el disfrute personal”.
Buendía cree que las leyes, las ordenanzas y los reglamentos que se establezcan en política pública no aseguran el cambio, que al igual que otros problemas se debe combatir con la educación.
“Las mujeres deben tener el derecho a decir cada día que cosas no le gustan, no te permito o cállate la boca. Antes nadie decía nada, las mujeres sufrían en silencio estas agresiones e improperios. No existe una razón por la que yo tenga que sufrir en mi estética, en mi cuerpo la opinión de un extraño,” reclama Buendía.
El Municipio de Guayaquil en el año 2017 creó una unidad para combatir la violencia contra las mujeres, bajo la campaña “Amiga ya no estás sola”. Se trata de un plan estratégico que busca la prevención asistencia y erradicación de la violencia de género. El apoyo es gratuito a través de las línea 1800-112-112.
Protagonismo de las mujeres
Las mujeres guayaquileñas tienen, desde hace algunos años, un rol protagónico dentro del sistema productivo. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) a escala nacional en el sector privado el 10% de mujeres ocupan la presidencia de una empresa y en el público representan el 8 por ciento.
La empresaria Isabel Noboa asegura que la reivindicación de derechos de las mujeres ha avanzado, pero que hay todavía muchísimo camino por recorrer.
“Hoy podemos comprobar que una masa crítica de mujeres ha comenzado a desarrollarse con muchos bríos en distintos ámbitos. Es importante que la mujer traiga su empatía al trabajo, sus habilidades analíticas, la capacidad de ponernos en la capacidad de otra persona. Promover mujeres ejecutivas es un proceso y no el simple resultado de una decisión ejecutiva, las candidatas deben tener una sólida experiencia profesional, entender la naturaleza del negocio y tener un profundo compromiso con los principios”, finalizó Isabel Noboa. (I)