La fe en Guayaquil en tiempos de pandemia
En agosto de 2012, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos presentó las Primeras Estadísticas Oficiales sobre filiación religiosa en el Ecuador. El estudio aplicado en cinco ciudades: Quito, Guayaquil, Cuenca, Machala y Ambato evidenció que la religión es una de las cinco cosas importantes en la vida de los participantes; superada solo por la familia, la salud y el trabajo.
De los casi 14 mil consultados, el 91,95% aseguró pertenecer a un culto religioso; de ellos, el 80,44% a la religión católica, el 11,30% a la evangélica, el 1,29 por ciento se identificaron como Testigos de Jehová y el resto a otras religiones.
Guayas es una de las provincias más afectadas por la pandemia, según la Dirección General del Registro Civil, Identificación y Cedulación solo en abril hubo un exceso de muertes de 10.452 personas en relación al 2019. El día 4 de ese mes, más de 600 personas fallecieron debido al Covid-19 en Guayaquil. En esta realidad, la fe fue puesta a prueba.
En el cantón Guayaquil, según el Registro de Nacionalidades, Pueblos y Organizaciones Religiosas de la Secretaría de Derechos Humanos, están registradas 1.360 organizaciones religiosas; 1.096 evangélicas, 63 católicas y 201 de otras filiaciones.
Durante el estado de excepción se limitó la libertad de reunión y movilidad, pero a finales de mayo cuando el cantón pasó a semáforo amarillo, las iglesias pudieron iniciar su proceso de reapertura basándose en las disposiciones del Comité de Operaciones de Emergencia Nacional. Todas, sin importar su línea de pensamiento, con limitaciones en el aforo y manteniendo el distanciamiento social.
Y tal como se utilizaron para el trabajo y la educación, las plataformas digitales fueron una alternativa para que los fieles se mantengan conectados a sus líderes religiosos.
La Iglesia católica
La Arquidiócesis de Guayaquil cubre toda la provincia del Guayas y tiene vicarías en las provincias de Los Ríos y Santa Elena. En el Puerto Principal existen 150 parroquias que agrupan a casi dos millones y medio de feligreses, según las estimaciones del Monseñor Iván Minda.
El Obispo Auxiliar de la ciudad reconoció que la pandemia ha sido un buen pretexto para reconsiderar ciertos valores cristianos. Comparó a la cruz con lo que está sucediendo en el mundo; sus dos caras “representan a la vida y la resurrección”.
En estos momentos las iglesias católicas tienen un aforo máximo permitido del 30%, sin embargo, Minda explicó que a veces se registran un poco más de personas cuando van familias completas y se sientan juntas.
Iglesia evangélica
Según los registros históricos, la primera misión norteamericana de evangélicos llegó a Guayaquil en 1896. Antes solo hubo visitas de exploración porque el Estado no admitía doctrinas distintas a la católica.
Los primeros templos y congregaciones cristianas evangélicas aparecieron en las primeras tres décadas del siglo 20, en adelante, el crecimiento fue acelerado. Actualmente se estima que el 17% de la población guayaquileña pertenece a esta iglesia.
Los evangélicos se mueven con tres valores principales: la fe, la esperanza y sobre todo, el amor; que en los tiempos actuales son muy importantes, a criterio del pastor Carlos Villacrés.
Tras siete meses de pandemia, todas las actividades de la Iglesia se mantienen cien por ciento en línea, a excepción de las celebraciones del domingo. “La razón por la que volvimos a lo presencial es porque hay un número importante de personas que no tienen acceso al internet, pero cumplimos con todos los protocolos de bioseguridad; principalmente el distanciamiento social, que nosotros llamamos los dos metros de amor”, aseguró Villacrés.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
La Primera Misión de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días llegó al Ecuador en 1964. Spencer W. Kimball y su esposa arribaron a Quito para empezar la obra misional en el país y 15 años después, el proyecto se arraigó en Guayaquil en donde actualmente existen cuatro misiones consolidadas.
José Jiménez, presidente de la Estaca Durán Ecuador Sur, indicó que tienen cerca de 255 mil miembros a escala nacional y de este número, al menos 150 mil en la capital de la provincia del Guayas.
La Iglesia de Jesucristo, al igual que la Perla del Pacífico, celebra un bicentenario. Se trata del aniversario de la primera visión del profeta José Smith, en la que confirmó que desempeñaría un papel decisivo en el proceso de restitución de la Iglesia de Cristo.
Frente a la emergencia sanitaria que vive el país, Jiménez aseguró que “la vida no termina con la muerte” y en las ministraciones de los domingos su mensaje pretende consolar, aconsejar y recordar las enseñanzas de Jesucristo.
“Creemos en ser buenos ciudadanos, por eso nos sujetamos a las leyes de la ciudad y a las decisiones de las autoridades locales”, dijo el representante de esta iglesia, que seguirá priorizando los medios digitales para acercarse a su comunidad.
Estas diferentes doctrinas religiosas coindicen en que la fe es como un músculo que debe ser entrenado para que vaya creciendo, es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve; y cuando se ha perdido todo, es el momento idóneo para trabajar en ella. (I)