La educación, motor de desarrollo de la Perla del Pacífico
La educación transforma las sociedades, mejora las condiciones de vida de la población y permite la evolución de las ciudades. Fue, precisamente, el acceso a la educación lo que les permitió a los independentistas permearse de las ideas emancipadoras que dieron fruto a la gesta libertaria del 9 de octubre de 1820.
José Joaquín de Olmedo era un convencido de que la educación es sinónimo de progreso y como no creer esto, si tuvo como maestro y referente a otra mente libertaria, el Dr. Eugenio Espejo.
Guayaquil es una de las ciudades con mayor número de estudiantes a nivel nacional. Según datos del Ministerio de Educación existe un total de 729.316 estudiantes, de ellos 452.512 matriculados en el sistema fiscal, 18.267 en instituciones fiscomisionales y 258.537 en particulares.
Sin embargo, los duros efectos de la pandemia pusieron en riesgo al proceso educativo, fundamentalmente para las familias de menores recursos, afectadas económica y anímicamente por el mortal virus. Esto representó un reto para las autoridades educativas que tuvieron que diseñar estrategias para garantizar que el proceso de enseñanza no se interrumpa para ningún niño o adolescente.
Alexandra Higgins, Subsecretaria de Educación del Distrito Guayaquil, señaló que desde el inicio de la emergencia sanitaria, el principal objetivo del Ministerio fue luchar contra la deserción escolar. “Nuestra meta este año es acompañar al estudiante en la parte emocional y luchar porque los estudiantes se mantengan en el sistema educativo”.
En Guayaquil, Samborondón y Durán, también se aplica el Plan “Aprendamos Juntos en casa” cuyos contenidos llegan de diferentes formas a los estudiantes; ya sea por medio de las plataformas digitales, de los medios de comunicación o por las guías desarrolladas por el Ministerio, según las condiciones de cada familia.
Adicionalmente, en la Zona 8, se implementaron conversatorios semanales para recoger las experiencias y comentarios de todos los actores del sistema; esto según la funcionaria, permite desarrollar un proceso de retroalimentación y de búsqueda de mejoras entre todos.
“Lo más difícil fue volver a recordar esos conocimientos que los obtuvimos una vez, pero realmente ha sido una labor enriquecedora poder compartir este tiempo con nuestros hijos. Antes trabajábamos mucho y no nos dábamos tiempo para jugar con ellos y hacer sus tareas. Ahora la familia está unida y hasta los abuelos y los tíos colaboran en el desarrollo de las actividades escolares” señaló Angélica Zambrano, madre de familia de una estudiante guayaquileña.
En Guayaquil laboran 29.823 profesores, más del 50 por ciento pertenece a instituciones fiscales. Higgins destacó su trabajo en la actual situación: “La cooperación de los maestros ha sido fundamental. Hay profesores que hacen mucho más de lo que les corresponde. Realizan actividades que sobrepasan lo educativo y que tienen que ver con el aspecto humano, con su solidaridad y compromiso”.
Jorge Acaiturri, Director de Acción Social y Educación del Municipio de Guayaquil, indicó que la capacitación permanente de los profesores es una de las estrategias para mejorar el nivel educativo en la ciudad. “Desde inicios de año lanzamos un programa de capacitación en liderazgo educativo para 300 rectores y en comprensión lógico matemática y lenguaje para más de 3 mil docentes. El certificado les sirve para subir en el escalafón” acotó.
Más allá de la educación formal, la administración municipal en convenio con varios institutos educativos, ofertó varios programas de becas para la formación técnica y profesional de 6 mil guayaquileños durante este 2020. También a través de los Centros de Arte y Oficios Municipales se capacita a más de mil ciudadanos porteños por año.
Además se han logrado acuerdos para que 3.470 guayaquileños accedan a becas de carreras técnicas, de idiomas y en educación de cuarto nivel. “A pesar de no tener las competencias de educación es invertir en la ciudad y en el futuro de nuestros jóvenes” señaló Acaiturri.
La educación es un indicador significativo para evaluar la calidad de vida de los ciudadanos, su equitativo acceso tiene relación directa con el desarrollo y el progreso de una ciudad. (I)