Carlos Freile: "Sin García Moreno, con todos sus errores, el Ecuador no existiría"
Carlos Freile (Riobamba, 1942) es profesor emérito de Historia de la Universidad San Francisco de Quito. Doctor en Filosofía e Historia por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Especialista en Eugenio Espejo y en Historia Eclesiástica. Miembro de la Academia Nacional de Historia y de la Academia Ecuatoriana de la Lengua; conoció personalmente a Hernán Rodríguez Castelo (+), autor del libro de Gabriel García Moreno, de la colección Grandes Biografías del Bicentenario, editada por la editorial Paradiso Editores.
"Estamos frente a una de las obras mayores de Hernán Rodríguez Castelo, una biografía desmesurada y definitiva, que retrata de manera integral a una de las figuras más polémicas de la historia ecuatoriana, que fundó su grandeza en la convicción de la importancia de la obra pública, de la educación y de la religión católica como pilares esenciales para la construcción del Estado", remarca el historiador Carlos Freile, quien conversó con diario El Telégrafo sobre Gabriel García Moreno, un estadista marcado por su devoción católica, un personaje de luces y de sombras. Desde la academia, el doctor Freile lo perfila con solvencia.
Carlos Freile (Riobamba, 1942) es profesor emérito de Historia de la Universidad San Francisco de Quito. Ph.D. en Filosofía, doctor en Historia por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
García Moreno (1821-1875) fue un personaje polémico, ¿cómo lo encasilla usted: ángel o demonio?
García Moreno fue un ser humano y como ser humano tuvo sus virtudes y sus defectos. Hacerle un demonio me parece a mí ya de entrada exagerado porque en el Ecuador ha habido gobernantes que han fusilado mucho más que García Moreno. Para darle un ejemplo, Vicente Rocafuerte o Eloy Alfaro, y nadie dice que Rocafuerte o Alfaro hayan sido demonios, sin embargo fueron más represivos que García Moreno. En el caso de Eloy Alfaro incluso hubo tortura; en el caso de García Moreno, no. Para mí ni ángel ni demonio, simplemente un político apasionado, vehemente, dispuesto a construir por el bien de su país.
García Moreno tiene una vertiente literaria que pocos conocen, ¿por qué los estudiosos de su obra también lo valoran desde esa orilla?
Desde ese ángulo, justamente, Hernán Rodrigo Castelo, ese gran historiador de la literatura ecuatoriana ya fallecido y autor de la biografía de García Moreno, destaca los valores literarios de García Moreno. García Moreno fue un excelente poeta, un poeta eso sí combativo, pero también muy dotado para el verso. Fue un escritor fogoso, un gran orador, un escritor de fuste.
La literatura ecuatoriana, lamentablemente, por razones políticas, por odios mezquinos, ha dejado a un lado la figura de García Moreno. Quien lo rescató, y eso tiene un gran mérito, fue Hernán Rodríguez Castelo. Yo pienso que García Moreno, dejados a un lado los odios políticos, es un excelente escritor.
García Moreno prácticamente institucionalizó el país, nos ecuatorianizó, nos dio identidad, el sentido de pertenencia, además inauguró el sistema de instrucción pública, ¿qué otras obras de relevancia hizo García Moreno?
Entre 1830 y 1860, es decir en estos 30 años que preceden al gobierno de García Moreno en Ecuador hubo un intento de golpe de Estado militar, una asonada militar, una revuelta, cada tres meses de manera estadística. En otras palabras, Ecuador sufrió 90 intentos militares de subvertir el orden en 30 años, es decir una vez cada tres meses. Cuando García Moreno entra a la política nacional, Ecuador estaba fragmentado, con un gobierno en Quito, un gobierno en Guayaquil, un gobierno en Cuenca y un gobierno en Loja, con el agravante de que se estaban proclamando gobiernos independientes, y García Moreno, nacido en Guayaquil, es quien lidera la unión otra vez del Ecuador.
Sin García Moreno, con todos sus errores, el Ecuador no existiría, se habría fragmentado, tanto es así que los gobiernos de Colombia y de Perú ya estaban en tratativas para dividirse el país, es más, todavía por 1940, después de nuestra derrota del 41, un político colombiano hablaba de "dividirse este país inútil".
García Moreno fue el que unificó este país y somos lo que somos, aunque pequeñitos, gracias a García Moreno. Eso en primer lugar, en segundo lugar, hizo una labor enorme en las vías de comunicación. El Ecuador en 1860 tenía los mismos caminos que en tiempos de los españoles. Sí es verdad que Rocafuerte, Roca o Noboa habían hecho algunos puentes por aquí, habían mejorado algún caminito por allá, pero teníamos en general las mismas vías de comunicación coloniales.
García Moreno inicia la construcción del ferrocarril, inicia la construcción de la carretera nacional y cuando él fue asesinado ya llegaba desde Otavalo (Imbabura) hasta Sibambe (Chimborazo). Inició la construcción de la carretera Cuenca-Naranjal, de la carretera Quito-Bahía de Caráquez, de la carretera desde Ibarra hacia la Costa. Fue un gran impulsor de la unidad nacional también en lo geográfico. Él inicia la construcción no solo del ferrocarril sino también del telégrafo para unir a todas nuestras ciudades. Eso es lo segundo.
Lo tercero, el proyecto educativo: es cierto que Rocafuerte tuvo en esto buenas iniciativas, pero García Moreno impulsó una revolución enorme en número de colegios, en número de escuelas. Con García Moreno se fundan aproximadamente unos 16 colegios femeninos a lo largo y ancho del país, aunque, claro, no se graduaban de bachiller las jóvenes, pero eran colegios para niñas y en varios de estos en la capital había un sector especial olvidado por la gente que se llamaba la sección normal o normalista para chicas indígenas con el fin de que regresen a sus comunidades para ser maestras de las niñas indígenas. De esto se ha olvidado la gente y está en los documentos.
García Moreno declara la educación primaria gratuita y obligatoria. Todos los padres de familia estaban obligados a mandar a sus hijos a la escuela a menos que hubiese una distancia demasiado larga de recorrer. Eso fue en 1871. Fíjese también en el adelanto de la ciencia con la Escuela Politécnica Nacional, la cantidad de libros científicos que se imprimieron. Por primera vez en Ecuador se publicaron libros científicos, de Física, de Química, de Mineralogía, de Matemáticas, de Geografía. Ese fue otro gran aporte de García Moreno en la cultura del Ecuador.
Doctor, también instauró la moneda única y confiable...
En efecto, sanea la moneda de tal manera que cuando tiene establecido el poder y tiene la moneda los países vecinos se mueren de envidia porque nuestra moneda era sólida, bien reconocida, con valor intrínseco. También se establece el correo moderno, con estampillas. Fue un hombre extraordinario, justamente en su último libro sobre él dice Hernán Rodríguez Castelo que es un hombre de una estatura extraordinaria, es realmente grande en todos los aspectos.
¿A qué se refiere el doctor Rodríguez Castelo con el clero disoluto que existía en la época en que García Moreno gobernaba?
Sí había, lamentablemente en esa época, un clero que estaba corrompido, pero tampoco se puede decir que todos los curas estaban corrompidos, eso no es cierto. García Moreno, como buen católico, quiso corregir esas lacras que había. Nadie puede negar que había curas que eran realmente malos. Nadie puede negar eso, pero nadie puede decir que toda la iglesia estaba mal. Claro que García Moreno hace todo lo posible para mejorar el clero y para eso trae a los padres redentoristas, a los padres lazaristas, para que se preocuparan de la formación del clero, de los seminarios, y allí también hace una gran reforma con el padre Schumacher, quien después sería obispo de Portoviejo, calumniado. El clero gracias a esto mejora muchísimo.
A García Moreno no lo mató una pluma, lo mató el machete de Faustino Rayo, y Rayo era incapaz de leer algo, mucho menos "La dictadura perpetua" (obra de Juan Montalvo), ¿Qué movió a Rayo a asesinarlo: se trató de una cuestión ideológica o un asunto personal?
Yo pienso que el caso de Rayo empieza siendo personal. ¿Qué pasó? El mismo García Moreno le había nombrado para un cargo en el Oriente, en el Napo, pero luego recibió García Moreno denuncias de parte de los misioneros, de los jesuitas, que estaban en el Napo: Rayo se había dedicado al tráfico de personas. En ese entonces había en nuestra selva oriental y también en lo que ahora es Colombia, Perú y Brasil una gran extracción de caucho, de los árboles de los parques naturales, y los caucheros esclavizaban a los indios, entonces Rayo se dedicaba a vender indios a los caucheros, a explotarlos, y García Moreno, enterado de eso, lo suspende del cargo, lo trae a Quito y le pone una multa.
Rayo era talabartero y se queda sin trabajo, entonces hay un motivo de venganza personal. A este motivo, pienso yo, se une que contactan con Rayo enemigos políticos de García Moreno, como Andrade, Polanco, Moncayo, que odiaban a García Moreno, pero eran también unos jóvenes bastante inexpertos. Ellos contactan con Rayo para que él sea el principal asesino. Es así que se junta la razón personal de Rayo con esta vinculación con los jóvenes que también tenían probablemente contacto con fuerzas extranjeras que querían acabar con García Moreno.
¿Estas fisuras con Montalvo nacen a partir de qué hecho? Como detractor, se entiende, todo gobernante tiene detractores, ¿pero hay algún hecho puntual que configure el germen de esa enemistad?
Juan Montalvo para mi criterio era un personaje que no tenía los pies en la tierra, podía ser un gran escritor, un ilustre pensador, pero en política tenía ideas liberales. Y los liberales, lógicamente, querían la separación de la iglesia del Estado. Juan Montalvo no pisaba con los pies en la tierra, entonces era muy idealista, y claro como idealista veía en García Moreno un señor que quería imponer una forma de gobierno, una forma de cultura, con la cual Montalvo no estaba de acuerdo, pero según mi criterio eran las más acordes con las circunstancias del Ecuador en esa época y Montalvo no lo pudo ver, por eso Montalvo prácticamente se arrepiente y dice finalmente: "Qué pena que hayan asesinado a García Moreno", porque lo que vino después fue mucho peor...
Guayaquil está celebrando este mes su bicentenario, ¿qué puede decirle a la ciudad puerto en esta coyuntura conmemorativa?
Guayaquil ha dado a la patria grandes hombres, sin lugar a dudas. Soy admirador, lo digo honestamente, de Olmedo, de Rocafuerte, de García Moreno, pero a veces también Guayaquil se olvida de este último personaje, García Moreno, por razones ideológicas y políticas.
García Moreno es uno de los grandes hombres guayaquileños que honran a su ciudad y honran a la patria, porque Guayaquil es parte del Ecuador y parte importantísima, fundamental. Deben entonces los guayaquileños rescatar la figura de García Moreno, todo lo grande que fue, como constructor de la patria, como político, como intelectual, como defensor de la nacionalidad; un gran visionario que vio a un Ecuador progresista.
Es una lástima el asesinato de García Moreno porque su muerte fue para el Ecuador casi su partida de defunción como país, ya que ese gran proyecto garciano desapareció del Ecuador, que tuvo que sufrir después una larga dictadura. Hay momentos importantes, positivos, pero Ecuador perdió con García Moreno la gran oportunidad de llegar a ser un pequeño gran país.
Libro de García Moreno, de la Colección Grandes Biografías del Bicentenario, escrito por Hernán Rodríguez Castelo y editado por Paradiso Editores.