Decenas de jugadores ecuatorianos tendrán unas navidades poco alegres y satisfactorias: hay casos de equipos que no pagan sueldos hace siete meses. Eso sin contar las primas y premios que redondean los salarios.
Y frente a eso no hay hasta ahora una solución ni la garantía de derechos laborales para ese conjunto de ciudadanos. Al parecer, los dirigentes ofrecen trabajo sin tener con qué pagar; hacen negocios con auspiciantes y derechos de transmisión sin considerar que sus ‘obreros’ son seres humanos y no estrellas de farándula que solo aparecen para el festejo y el jolgorio.
El próximo campeonato no debería empezar si antes no se resuelven estos problemas, además de garantizar las mejores condiciones para ofrecer un espectáculo de calidad a todos los hinchas.