Empezando por el exbanquero y excandidato presidencial Guillermo Lasso, la derecha ecuatoriana (político-mediática) volvió en su campaña contra la Ley Orgánica de Comunicación (LOC). El líder de CREO dice que, de llegar a la Presidencia, botará a la basura esa ley y que hará una para garantizar la libertad de expresión.
¿Por qué lo hacen ahora? Precisamente porque la LOC se empieza aplicar. Y lo hacen también porque en ese escenario adquieren privilegios particulares en la prensa privada, opuesta históricamente a todo tipo de control o regulación. Entonces reciben generosas entrevistas y amplios despliegues.
Y más allá de aquella generosidad, la derecha político-mediática asume que esa bandera de lucha le da réditos para recuperar cierto protagonismo político, pues de otro modo la derrota sufrida en las últimas elecciones le puede hundir mucho más en el escenario y legitimidad ciudadanos.
Mejorar la calidad del periodismo es una tarea urgente que, con ley o sin ella, se debe hacer en las redacciones, y no bajo las órdenes de nadie.Se ha dicho de muchos modos y con distintos actores: la LOC es producto y devenir de una larga lucha y demanda política de los ciudadanos, de los gremios de los periodistas, de los estudiantes, mujeres y organizaciones defensoras de los derechos humanos. No se hizo ni se concibe para agradar a los empresarios de la comunicación y mucho menos a sus auspiciantes. ¿Cuánta plata anualmente ponen los bancos en publicidad en los medios? ¿No son alrededor de 140 millones de dólares? ¿Con esa cifra se entiende cierta complicidad y coincidencia ‘ideológica’ entre medios y banqueros? ¿Y cuánta plata colocan algunas empresas de comunicación de modo que sus errores, problemas y hasta abusos con los usuarios no son motivo de noticia en esos medios ‘libres e independientes’?
Ahora hasta los periodistas más feroces contra el sexismo y la violencia, la crónica roja y el sensacionalismo barato y cruel salen a defender a un diario ‘a favor’ de la libertad de expresión y dejan de lado (¿en el canasto de la basura?) esas posturas que en las facultades y en las redacciones defendieron como paradigmas para un buen periodismo.
Y, por supuesto, apelan a la eliminación de la LOC. Y con ello, además, hacen el coro más perverso a esas prácticas y visiones sobre el uso del cuerpo de la mujer para el comercio, exhibicionismo y hasta morbo más bajos.
La LOC es una conquista ciudadana y como tal asume su realización desde la misma ciudadanía. Mejorar la calidad del periodismo, además, es una tarea urgente que, con ley o sin ella, se debe hacer en las redacciones, y no bajo las órdenes de nadie.
