Las investigaciones que en EE.UU. se hacen alrededor de las donaciones que habrían hecho los hermanos Isaías, expropietarios del Filanbanco, a congresistas pone en evidencia esa relación poco ética entre los políticos y ciertos medios para favorecer unas posturas políticas y en contra de intereses nacionales locales.
No se trata de afinidades casuales o inocentes coincidencias. Tras las revelaciones del periodista Alberto Padilla queda claro que muchas de las acciones mediáticas son parte de una estrategia política muy bien montada para desprestigiar a instituciones y autoridades, con la clara participación de algunos actores políticos locales.
Si hubiese sensatez pública, este tema debería ser el debate nacional por excelencia, pero ya sabemos dónde está el silencio y quién se censura.