El Presidente de la República del Ecuador ha colocado como una tesis política central el advenimiento de una acción marcada por el conservadurismo.
Y hay algunos signos de ello, que en lo más simbólico se expresa en -por ejemplo- cantar el himno de Quito “como los capitalinos lo han cantado siempre” o en esa otra actitud de un alcalde de advertir no acatar una Ley de Suelos, porque “los guayaquileños no se dejan doblegar”.
Pero más allá hay algo de fondo: esa ‘coincidencia’ entre la agenda política conservadora de algunos medios privados y comerciales y los actores políticos. Esa sintonía no puede dejar de lado que el concepto de libertad atraviesa al de liberación, que no es patrimonio precisamente de quienes quieren volver al pasado y a sus prebendas.
No se puede dejar de lado que el concepto de libertad atraviesa al de liberación, que no es patrimonio de quienes quieren volver al pasado.