El futbolista ecuatoriano Renato Ibarra permanecerá al menos seis días más recluido en una cárcel mexicana por la denuncia de agresión en su contra que presentó su esposa Lucely Chalá el fin de semana.

El jugador del América continuará retenido hasta que inicie la audiencia por violencia familiar agravada e intento de feminicidio. Las penas que podría afrontar el volante son de 6 meses a 4 años, por el primer delito; y de 10 a 40 años por el segundo.

La jueza Esperanza Medrano analizará las pruebas para determinar si este caso también se considera como feminicidio. Ibarra habría golpeado a su esposa embarazada, quien está en una clínica de Ciudad de México para descartar un aborto producto de la agresión.

El seleccionado nacional se encuentra en el Reclusorio Norte de la capital mexicana. Allí fue visitado por su hermano menor Romario, futbolista del Pachucha. Ibarra no saldrá de la cárcel mientras espera que comience el juicio.

La abogada del ecuatoriano, Pamela Taracena, será la encargada de sustentar la defensa del jugador ante el tribunal. Una sentencia por feminicidio pondría fin a la carrera deportiva del imbabureño.

Taracena explicó que no hay hora aún para la audiencia, prevista para el fin de semana, pero recalcó que las cuestiones de género son una situación “alarmante”. La legista también mencionó que Ibarra y Chalá no están en “malos términos”.

El extremo por derecha, de 29 años, espera un hijo con su esposa. Por motivos personales, la discusión habría culminado en agresiones que casi provocan la pérdida del bebé en gestación.

Ibarra estaba fuera de las canchas por una lesión que sufrió a finales de 2019. El club América emitió un comunicado en el que repudian la agresión contra la mujer, pero no finiquitarán la relación contractual con el ecuatoriano hasta que haya una sentencia de la justicia. (D)