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Ecuador, 06 de Marzo de 2025
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El Telégrafo

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9 cirugías y 14 partos por cesárea ya se realizaron en este improvisado lugar

Una funeraria de Chone se convirtió en una extensión del hospital

En la sala de velaciones de una funeraria están instaladas las camas del hospital Napoleón Dávila, el cual presenta daños  tras el terremoto del mes pasado.
En la sala de velaciones de una funeraria están instaladas las camas del hospital Napoleón Dávila, el cual presenta daños tras el terremoto del mes pasado.
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Freddy Edgberto Mendoza estaba ultimando detalles para estrenar una sala de velación de primer nivel en su funeraria Jesús de Nazareth. Ya la tenía con aclimatación para la zona y unas luces de color lila que alumbran la plataforma en la que debería ir el cofre mortuorio. “Solo le faltaban las butacas”, dijo este emprendedor.

Pero el lugar fue inaugurado intempestivamente la semana anterior, para dar el servicio para el que fue planeado, es decir un espacio para despedir a los difuntos.
Contrario a esto y debido a la emergencia por el terremoto, se instalaron 21 camas del hospital Napoleón Dávila Córdova de Chone, con el objetivo de atender a personas heridas.

El centro de salud quedó inutilizable tras el sismo. Varias paredes se cayeron y hay escombros en todos los pisos. “Es una zona de riesgo”, sostiene Federico Janén, uno de los voceros del hospital, que tiene 18 años en funcionamiento.

La sala de velación pasó a ser el área de hospitalización, en la que hay especialidades como pediatría, medicina interna, cirugía.
El lugar está lleno, con médicos y enfermeras caminando de una cama a otra.

En el centro hay un escritorio, en el que los doctores vigilan que no haya contratiempos. “Siempre me ha gustado ayudar. Cuando supe que el hospital necesitaba un espacio, no dudé en poner a disposición mi funeraria”, manifestó Mendoza. Añadió: “Dios me dejó como bendición este lugar y no me lo tumbó, ahora lo pongo al servicio de todos”.

Su negocio, la funeraria Jesús de Nazaret, tiene 40 años en funcionamiento. Tras el devastador movimiento telúrico, “es como si me hubiera olvidado de que tenía ese espacio”.

“Primero lo puse a disposición como albergue y ahora como hospital. Si me pagan un dinerito que me deben, acondiciono otro sitio en la parte frontal y entrarían otras camas”, precisó.

Además de los 21 catres que están en la funeraria, hay 32 en la plaza cívica Elio Santos Macay.  En esta parte se instalaron las áreas de emergencia, ambulatoria, entre otras. Del mismo modo, al interior de carpas especiales se han realizado 9 cirugías. Además se registran 22 nacimientos, 14 de estos por cesárea.

Diariamente la atención es de 158 pacientes, en promedio. En los primeros días tras el sismo, las carpas estaban en el parqueadero del hospital, pero ante el peligro de que la infraestructura se derrumbe, los pacientes fueron movidos a la funeraria y a la plaza cívica.

Por guardia (4 a la semana) hay 13 médicos residentes, así como especialistas para todas las áreas: ginecología, traumatología, cardiología, gastroenterología, entre otras.

Gloria Aisplúa asegura que la atención en el hospital “es muy buena, hasta ha mejorado, creo yo, a pesar de estar en carpas. Todos están muy comprometidos”. Su hijo de 4 años, Jeremías Moreira, está internado en la funeraria con un cuadro de rotavirus.

El día del terremoto, 80 pacientes y 8 neonatos fueron evacuados de la casa de salud. “Hay que aplaudir el accionar de los médicos de guardia. El edificio parecía que se caía y todos estuvieron allí -sin importarles sus vidas- para sacar a los pacientes”, expresó Janén. Fabián Montenegro, del equipo de estadísticas del hospital, destacó que la colaboración interinstitucional ha sido vital para tener a los pacientes bien atendidos.

Las carpas utilizadas como quirófanos son del Ejército ecuatoriano. Están equipadas para este tipo de situaciones emergentes.

Las autoridades analizan las opciones para mejorar las condiciones de los pacientes hasta que se reacondicione otro lugar para el hospital, cuya infraestructura deberá ser demolida. (I)

DATOS

El Municipio chonero abastece de agua a través de tanqueros en las zonas donde los ciudadanos tienen problemas para acceder al líquido por daños en las tuberías.  

Funcionarios del Cabildo se encargan de la inspección técnica de viviendas y edificaciones que sufrieron daños por el terremoto. El objetivo es determinar si son necesarios o no más derrocamientos.

El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal decidió el derribo de todas las estructuras que representen un peligro para la población. La autoridad notificará previamente a los respectivos dueños.

Las casas o edificios que presentan daños deberán sacar permisos de construcción otorgados por el Ayuntamiento. Están prohibidos los trabajos de restauración o de reparación de paredes o pilares. Ingenieros de la Escuela Politécnica del Ejército Ecuatoriano darán asesoría en el tema. (I)

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Chimboracenses dan su aporte

Más de 120 t de víveres, enviadas a 3 cantones

Cientos de riobambeños donaron víveres, ropa, agua, medicinas y similares en el concierto ‘Chimborazo Solidario’, organizado por la Prefectura.

Artistas nacionales unieron sus voces y las de los asistentes de toda la provincia con el fin de recolectar la ayuda humanitaria para los sobrevivientes del terremoto en Manabí.

Todo lo recaudado el miércoles irá en partes iguales hasta Jama, Canoa y Pedernales. En esta última localidad residen chimboracenses. “Es nuestro aporte. Manos que dan, reciben. No sabemos cuándo nos tocará alguna desgracia, pero queremos ayudarnos mutuamente porque todos somos ecuatorianos”, indicó Oswaldo Poma, asistente al evento.

Para la recaudación se establecieron tres puntos en el parque. Los donantes, entre ellos varias autoridades, se acercaron con quintales de arroz, azúcar, atunes, papel higiénico, tanques de gas, cocinas industriales entre otros insumos.

Posteriormente los víveres fueron llevados hasta el coliseo de la parroquia Licán.

130 colaboradores trabajaron durante tres días en la elaboración de kits que contienen 13 productos. Estos se acomodan en una caja sellada que será enviada en 14 volquetas que salieron el miércoles por la tarde.

Se calcula que las donaciones solo en comida, sin contar el agua, ropa, frazadas y otros insumos, alcanzaría las 120 toneladas. (I)

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