Aunque el monitoreo de los volcanes en Ecuador indica que no hay ningún cambio de alerta, para la Secretaría de Gestión de Riesgos es importante que todos estén listos para una emergencia. Por esta razón se planifica un simulacro nacional para septiembre.

Al respecto, José Egas, coordinador zonal de Pichincha de la Secretaría, explica la importancia de tener una cultura de prevención y de los esfuerzos que hace el Estado para estar preparados.

¿Ecuador está listo para enfrentar una emergencia como una erupción volcánica?
Ningún país, por mejores herramientas que posea, puede decir que está listo completamente. En lo que es erupción de volcanes se tienen sistemas de alertas para anticipar a la ciudadanía. Pero en otras situaciones urgentes, en otros eventos peligrosos o eventos antrópicos, es muy complejo, no se sabe cuándo se darán. Pero Ecuador trabaja para estar listo.  

¿Cómo lo hace?
Por ejemplo, se elaboró el Plan Nacional de Respuesta para que cada institución conozca qué es lo que debe hacer en una emergencia con el propósito de mejorar la respuesta y el rescate de las personas. Además, se trabaja para que haya una ley de gestión de riesgos para que todos estén listos ante cualquier eventualidad, caso contrario podrían ser sancionados. La experiencia del terremoto, tanto en Manabí como en Esmeraldas, ayudó a discernir qué nos falta y en qué debemos estar mejor preparados para dar una mejor respuesta a la ciudadanía.   

¿Se prepara a la gente para que esté lista?
Sí. Aquí es fundamental que los ciudadanos tengan una cultura de prevención. Para esto es importante el trabajo a través de los gobiernos autónomos descentralizados y desde la academia con las unidades educativas. Lo más complicado en esta tarea es cambiar la actitud de las personas y dar el valor de que algo puede pasar. Pocos ciudadanos están listos para un evento peligroso. Muy pocos tienen preparada, por ejemplo, una mochila de emergencia o un plan familiar de evacuación.   

¿Qué enseñanzas dejó la erupción del volcán Fuego de Guatemala?
Dejó varias enseñanzas, como la importancia de que estén bien articulados los sistemas de alerta temprana, hacer simulacros con la población, tener un plan nacional de respuesta a la emergencia y un sistema de evacuación. (I)