Especial coronavirus
Lo aportes vuelven más fácil el aislamiento
Desde el inicio del aislamiento obligatorio en el país, una parte de la población tiene problemas para conseguir los insumos básicos para su alimentación.
Según el INEC, a diciembre de 2019, 4’020.194 ecuatorianos estaban en situación de subempleo, empleo no pleno y desempleo. Esta población no podría mantener el aislamiento por un largo periodo de tiempo; por ello el Gobierno central y los gobiernos locales les entregan kits de alimentos.
A este trabajo se suma el de diferentes organizaciones no gubernamentales (ONG), que proporcionan alimentos, artículos de aseo y bioseguridad gracias a donaciones y alianzas.
En la situación actual, en la que muchos COE cantonales no pasarán a la fase de distanciamiento torna más necesaria la obtención de donaciones. En promedio estos kits de alimentos alcanzan para una semana o 15 días, en una familia de cuatro integrantes.
Ayuda ciudadana es vital
Wilson Merino, director ejecutivo de la Fundación Cecilia Rivadeneira, explica que desde el inicio de la emergencia sanitaria, esa organización ha prestado ayuda a las familias vulnerables.
La Fundación entregó al menos 10.000 kits alimenticios y cerca de 30 toneladas de ayuda humanitaria. Con la colaboración de gobiernos seccionales y otras ONG, estas donaciones llegaron a las provincias de Guayas, Esmeraldas, Manabí, Pastaza, Carchi y Pichincha.
Para Merino, es necesario insistir en la solidaridad y reconoce que, a medida que se mantiene el aislamiento, se vuelve cada vez más difícil captar donaciones. “La solidaridad es la única herramienta que nos va a permitir a todos salvarnos”, asegura.
Consumo, otro tipo de ayuda
Priorizar el consumo local puede convertirse en otra forma de colaborar con pequeños agricultores y emprendedores. Luis Hinojosa, director Ejecutivo del Grupo Social Fepp, coincide en la dificultad, cada vez mayor, de conseguir donaciones para los más necesitados.
En esta emergencia sanitaria, el trabajo coordinado con la Acnur (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), les permitió llevar vituallas y artículos de bioseguridad, como mascarillas y guantes a poblaciones fronterizas.
En esta entrega permanente de ayuda, también se coordina con organizaciones sociales y campesinas.
Al momento se entregaron más de 5.000 kits de alimentos directamente y cerca de 1.800 kits de bioseguridad. “Vemos que la ayuda que brindamos sigue siendo muy pequeña, frene a las necesidades actuales” asegura Hinojosa.
Hay otras formas de contribuir sin salir de casa
Para quienes deseen ayudar, las páginas web de las fundaciones y ONG, así como sus redes sociales, son la manera más fácil de contactarse y evidenciar este trabajo. Las donaciones de dinero facilitan la compra de insumos de acuerdo con las necesidades de los beneficiarios.
La Fundación Cecilia Rivadeneira en su web www.fcr.org.ec y el Fepp en su página www.fepp.org.ec explican a detalle las formas de comunicarse para contribuir durante y después de la emergencia.
En el caso de la primera también dispone de un voluntariado virtual, en el que se pueden ayudar, vía internet, en temas como tareas dirigidas, actividades lúdicas, contención emocional y la entrega de herramientas para la reorganización de las finanzas familiares para favorecer el ahorro.
El Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio prepara proyectos para la reactivación económica de emprendedores y campesinos, que se pondrán en marcha una vez que finalice la emergencia. (I)