Loja, las razones para ser la cuarta ciudad con más contagios en Ecuador
Según las últimas cifras del Ministerio de Salud, hasta el jueves 20 de agosto de 2020 Loja continúa como la cuarta ciudad del país con más casos por coronavirus, superada por Quito Guayaquil y Cuenca. Ciudades con más población, como Ambato, Manta, Santo Domingo o Portoviejo están por debajo en cuanto a contagios. El alcalde de Loja, Jorge Bailón, dialogó con El Telégrafo sobre la situación sanitaria en su cantón.
El burgomaestre se refirió a la falta de una estadística exacta para entender el estado de la pandemia en la ciudad, aunque destacó la cifra de recuperados que el Cabildo maneja. También se pronunció acerca de festividades religiosas como la romería de El Cisne y la indisciplina ciudadana.
Loja es el cuarto cantón con más casos acumulados por covid-19 en todo el Ecuador, ¿Por qué tienen tantos contagiados?
Yo quiero dar una opinión personal. Estas estadísticas que, para mi concepto, manejan datos del COE Nacional, del COE Provincial y de otros institutos me han dejado sorprendido. Nos ponen que somos la cuarta ciudad y que no controlamos. Sin embargo, yo veo nuestras cifras de la mesa técnica de salud del COE Cantonal y de 3.733 contagiados (hasta el 19 de agosto) se han recuperado 2.231. Son datos precisos que consideramos alentadores.
No le podría dar una contestación (a la pregunta) del por qué, yo siempre dije que en la provincia de Loja hay dos hospitales y entre los dos hay 20 Unidades de Cuidados Intensivo (UCI), la una tiene 12 y la otra 8. Sin embargo, vienen enfermos de la provincia de Zamora Chinchipe y de la parte alta de la provincia de El Oro,. es decir, tenemos dos provincias y media. Entonces, ¿cómo manejan las estadísticas de Loja si hay otras provincias inmersas? No quiero decir que no tienen derecho a la asistencia médica sanitaria, pero si revisa los inicios de la pandemia, Zamora no tenía un solo contagiado porque venían para acá y distorsionaban la estadística.
Además, hace 3 o 4 semanas entramos en una situación crítica porque las UCI se habían saturado. Ese es el indicador fundamental para saber cómo se está manejando la emergencia sanitaria. Ahora la recuperación nos ha dejado conformes por las medidas que estamos tomando y las acciones que hacen nuestros organismos.
El presidente del Colegio de Médicos de Loja dijo que hay una limitación para tomar pruebas en el cantón y por ello no se puede medir el estado real de la pandemia. ¿Qué responde a eso?
Yo creo que coincide en lo que digo, no tenemos un organismo en quién confiar desde un comienzo para haber llevado una estadística correcta. Nos hemos desenvuelto en una responsabilidad que el Gobierno nos asignó sin ser competencia nuestra, como es la salud, con los problemas que le señalo como nuestros reclamos para que se multipliquen las UCI porque atendemos a personas de otras provincias.
A pesar de eso, hay criterios que yo respeto, pero no todos hablamos el mismo idioma. El criterio del presidente del Colegio de Médicos lo respeto. Él tiene su punto de vista, yo simplemente sé que algo hemos hecho con los organismos, instituciones, sindicato de choferes e iniciativa privada. No sé cómo medir ese algo o cuánto equivale (en contagios), pero los últimos resultados son alicientes.
Hay indisciplina social?
Sí, hay una falta de corresponsabilidad ciudadana, no acatamos como tiene que ser. Eso nos tiene tiene preocupados. Pasa lo mismo que en Quito o Guayaquil. Los ecuatorianos somos recortados con la misma tijera.
¿Entonces puede decir que están controlando bien la pandemia o qué es lo que falta?
Yo creo que sí. Dentro de las limitaciones estamos haciendo lo posible. No hay que ser un sabio, la enfermedad se transmite, se contagia muy rápidamente y cuáles son los focos de infección: los mercados, los buses y los mismos hospitales. Hemos puesto atención ahí, principalmente en los mercados, así que creo que estamos controlando. Hemos hecho lo que más hemos podido en esos sectores. También las canchas de volley se convirtieron en foco de infección porque después del partido venía la ingesta de alcohol, así que hemos tenido que ira a cerrar canchas. En general, estoy satisfecho, no del todo, pero que de lo que podemos hacer, hacemos.
¿Cómo les fue con las festividades religiosas en la ciudad? Esta semana debía celebrarse la romería de El Cisne
De tanto insistir, algo de provecho se saca. No es arar en el mar. Teníamos un gravísimo problema: la fe no mide consecuencias. Nos dimos cuenta que el 15 de agosto es una fiesta importantísima en la Basílica de El Cisne. Con muchos días de anticipación comenzamos a pedir ayuda a los gobiernos municipales de todos los cantones de Azuay, Cañar y El Oro para anunciarles que no van a haber fiestas y que lo difundan entre sus devotos para impedir que nos visiten por cientos. Todas esas acciones dieron resultado porque vino poca gente y se la pudo controlar, gracias también a las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y Municipal.
Todos los años la programación era que la Virgen de El Cisne venía a Loja. El 8 de septiembre son las fiestas de Loja, que tampoco habrá, por eso insistimos que ya no hay el motivo religioso para que la gente venga. Es duro para muchos lojanos, sobre todo comerciantes que aprovechaban de la visita de los feligreses para recuperarse económicamente de lo que en el año no vendían. Es la primera vez en 191 años que no viene la Virgen, un hecho histórico por esta pandemia. (I)