La canasta comercial no incluye videojuegos, ni cocinas
Tulcán ofrece ropa y televisores más económicos que en la capital
La implementación de la canasta comercial transfronteriza alivió en algo la economía de Tulcán, pero aún la llegada de compatriotas no es la esperada por sus habitantes. “Somos una ciudad solo de paso de los ecuatorianos que siguen prefiriendo ir a Colombia”, comentó José Luis Guerrero, presidente de los comerciantes minoristas.
El Centro Comercial Popular, el único existente en la ciudad, luce semivacío y muchos de sus locales están cerrados porque sus propietarios prefieren ir a las ferias de Ángel, San Gabriel o Bolívar.
Salvo el letrero, ningún otro aspecto indica que es un centro comercial. No tiene la infraestructura llamativa de un espacio que concentra gente en cualquier ciudad.
Guerrero reconoce que esa falencia debe mejorarse y a la par impulsar una campaña de publicidad.
“Los ecuatorianos no saben que en Tulcán los precios de ropa, lencería, zapatos, comida son mejores que en cualquier otra parte del país por ser una ciudad fronteriza”.
Eso es evidente solo con mirar los precios de productos que se ofertan en plena acera. Una licra de algodón que en Quito cuesta $ 5, en Tulcán, $ 3; el precio de un juego de sábanas de dos plazas en la capital va desde $ 15; en la ciudad fronteriza, el costo máximo es de $ 10.
Sobre la canasta comercial, solo 1.100 comerciantes de los 6.600 registrados adquirieron productos tecnológicos y de línea blanca (lavadoras y secadoras). Hasta el momento se utilizaron $ 13 millones de los $ 54’000.000 que se esperan.
Para ello se asociaron y con sus cupos lograron traer algunos enseres que se los puede encontrar en el local Elektropopular, al interior del centro comercial.
Ahí es posible adquirir un televisor Smart LG de 49 pulgadas en $ 780, mientras en Quito el mismo producto, -según la tienda comercial- está en alrededor de $ 1.200.
Una licuadora Oster niquelada en Quito se la encuentra entre $ 100 y $ 120; en Tulcán está en $ 68.
“Cuando compra aquí ya va totalmente garantizado el producto, sin ningún tipo de riesgos y con los papeles en regla. No se debe pagar impuestos porque se está comprando dentro de Ecuador”, comenta Juan Guzmán, vendedor del almacén.
El resto de comerciantes que tienen cupo negocian con los compatriotas que están interesados en importar televisores o lavadoras, que son los artículos más demandados.
“Nos ponemos de acuerdo con el cliente para encontrarnos en el centro comercial y en Rumichaca legalizamos toda la importación pagando los tributos correspondientes que en el caso de una TV es de 40%. A eso hay que agregarle un porcentaje de comisión”, refirió Xavi, un comerciante tulcaneño, que como otros opta por esta vía de trabajo.
Para las próximas semanas se prevé una importación directa de televisores desde EE.UU. a Tulcán con precios aún más competitivos.
José Aráuz, director distrital de la Aduana de Tulcán, dijo que el número de compatriotas que cruzan la frontera disminuyó en el 70% y también el decomiso de productos como televisores que solo ingresan por medio de la canasta comercial.
“Los precios ya no son convenientes”, explicó Aráuz y agregó que la congestión actual en el puente de Rumichaca obedece a los trabajos que desarrolla Colombia para ampliar la vía.
Contó que el chequeo a los autos ecuatorianos es aleatorio. Las placas de Pichincha e Imbabura son las más opcionadas para el control.
La realidad para el colombiano
Lo que es bonanza para los grandes comerciantes de artefactos electrónicos en Ipiales; es incertidumbre para los habitantes de esa ciudad, pues los costos de algunos productos aumentan inesperadamente.
El salario básico en Colombia es de $ 250 y los precios de los productos de primera necesidad tienen precios similares a los de Ecuador, donde el salario básico es de $ 375.
“Los supermercados aprovechan la demanda de productos de higiene y de primera necesidad que llevan los ecuatorianos para incrementar el precio al menos dos veces por mes”, refirió Marlene Valle, vendedora. (I)
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'El ecuatoriano modificó su pauta de consumo'
Harold Delgado, titular de la Cámara de Comercio de Ipiales cree que el aumento del IVA de 16% a 19% no es la razón para la disminución de ecuatorianos en dicha ciudad. “Las medidas tomadas por el gobierno ecuatoriano como la reducción de movilidad a través de transporte en forma de tours, la canasta comercial y el mayor control aduanero han provocado la reducción paulatina de ecuatorianos”.
El dirigente sostiene que hay un cambio en el comportamiento de consumo del ecuatoriano que ingresa a Colombia. Ahora van hasta Medellín por turismo. (I).
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'Hay que buscar alternativas para el comercio local'
Para Nelson Cano, presidente de la Cámara de Comercio de Tulcán, la aplicación de la canasta comercial fue una balsa para la economía en la frontera ecuatoriana, pero no constituye toda la solución. “Debemos buscar nuevas alternativas porque a los comerciantes les faltó recursos económicos para acceder a créditos y hacer uso de la canasta. Muchos incluso ni se enteraron por qué faltó difundirla entre todos los beneficiarios”.
El funcionario contó que una opción que manejan es la importación directa de televisores desde Estados Unidos a precios que compitan realmente con el mercado colombiano. Para eso varios comerciantes aportaron capitales y gestionan la primera llegada de estos artefactos al país.
“Lo más difícil fue conseguir la asociación de comerciantes para lograr juntar un mayor volumen de inversión. Lo triste es que no hay la política de unión sino solo de pensar en el interés individual entre los comerciantes”, comentó Cano.
Otra alternativa es buscar convenios con empresas locales tanto de línea blanca como de otros enseres, como textiles, para que los precios sean aún menores que en el vecino país y se conviertan en atractivos para que los compatriotas no crucen la frontera. “Necesitamos del gobierno mayores facilidades y publicidad para que esto mejore”. (I)