Tratado de inversiones, en la mira
“El hecho de querer abrir las negociaciones con la Unión Europea (UE) demuestra que para hacer un cambio real de la matriz productiva en el país se requiere de una política clara y de concretar acuerdos comerciales”, manifestó Henry Kronfle, titular del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE).
Recordó que el mensaje del presidente de la República, Rafael Correa, en su gira por Europa fue de que Ecuador buscaría negociar un tratado bilateral de inversiones, ya no país por país sino un tratado bilateral de inversiones entre el país ecuatoriano y la Unión Europea.
El presidente del CEE dijo que las negociaciones con la UE permitirían, en primer lugar, potencializar el comercio no petrolero en el país. “Tenemos una balanza comercial no petrolera, prácticamente de 8.000 millones de dólares. Esto permitirá ampliar el desarrollo del territorio ecuatoriano, al constituirse nuevas inversiones”, precisó.
Kronfle añadió que las negociaciones representarán una prueba para mantener los niveles de competitividad que tiene Ecuador, sobre todo por la competencia que ejercen los países vecinos (Colombia y Perú), que tienen ya un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la UE.
El titular del CEE precisó que los convenios también garantizarán miles de plazas de trabajo en Ecuador, en donde se permitirá la participación de distintos sectores vinculados con la economía popular y solidaria. “Se estima que habrá más de un millón y medio de empleos, entre directos e indirectos relacionados con las exportaciones a la UE. Esto, por supuesto, potenciará las exportaciones de todo tipo de empresas: micro, pequeñas, medianas (Mipymes) y grandes empresas”, acotó.
Al respecto, Felipe Ribadeneira, presidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), destacó que la estructura de las exportaciones corresponde a un 30% de los agentes de exportación hacia las Pymes y Mipymes, de las cuales el 80% de lo que produce la economía popular y solidaria se exporta hacia la UE.
Dentro de las negociaciones con la UE, Ecuador prevé un trato especial y diferenciado por tratarse de una economía dolarizada. “No tenemos una política monetaria, contamos con el dólar como moneda y se vuelve más crítico el querer generar más exportaciones que tratar de controlar las importaciones, que se requieren, inclusive, a través de materias primas para crear exportaciones en el país”, señaló Kronfle.
Otro aspecto importante, -acotó- es que las negociaciones reforzarán las relaciones de cooperación de Europa hacia Ecuador.
Cuando se firme un convenio de esta naturaleza podrá llegar a Ecuador mucha tecnología proveniente de las medianas y pequeñas empresas europeas. “Para nuestro mercado,estas pequeñas y medianas empresas pueden ser grandes empresas que traigan consigo esa tecnología que permita el desarrollo del país, que es por lo que vamos a continuar luchando”, expresó.
LA UNIÓN EUROPEA ACTÚA DE ACUERDO AL TRATADO DE LISBOA
El Tratado de Lisboa fue firmado por los representantes de los estados miembros de la Unión Europea (UE) en Lisboa, el 13 de diciembre de 2007, pero entró en vigencia el 1 de diciembre de 2009. Con el tratado, la UE tiene personalidad jurídica propia para firmar acuerdos internacionales a nivel comunitario.
Desde que entró en vigor el tratado, la capacidad de negociar y firmar Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRI-TBI-BITs) recae directamente en la UE y ya no, individualmente, en los países miembros.
Según el tratado, solo la UE puede legislar y adoptar acuerdos con validez jurídica en este campo. A esto, Ecuador responde con el artículo 82 de la Constitución de la República, que señala: “El derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes”.