En las mañanas, de lunes a viernes, Édison Chamorro enciende su taxi a las 04:45, deja calentar el motor 15 minutos mientras desayuna. A las 05:00 aborda el vehículo y recorre Quito.

La misma rutina ha repetido los 12 años que lleva como conductor. El puesto de taxi en la cooperativa lo heredó de su padre, quien se dedicó a este oficio casi 40 años.

Al igual que muchos profesionales del volante, Édison trabaja sin estar afiliado a la Seguridad Social. Cuando tiene una molestia o enfermedad acude a centros de salud y hospitales públicos, pocas veces va a un médico particular.

A finales de noviembre conoció que los taxistas pueden afiliarse al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS); pese a ello, no está convencido de registrarse. “Prefiero recibir la plata directamente”, argumentó.

Criterios como el de Édison son comunes entre el gremio, porque se desconoce cuáles son los servicios y prestaciones a los que pueden acceder con la afiliación.

Así lo describió George Mera, presidente de la Unión de Cooperativas de Transportes Taxistas del Guayas, quien reconoció que entre los propios dirigentes del gremio nacional no existe una comprensión adecuada del tema. Por eso llamó a las bases a informarse y afiliarse.

Tres modalidades

La primera es bajo relación de dependencia, con una tasa de cotización de 20,60% del salario básico unificado (SBU). El aporte será de $ 79,51, dividido entre el patrono y el trabajador. Incluye el trabajo a tiempo parcial.

La segunda es para quienes son conductores y propietarios de los vehículos y tengan número de RUC o RISE. Cotizan con el 17,60% del SBU, la aportación será de $ 67.

Por último está el régimen voluntario, para los taxistas dueños del auto, pero que no poseen RUC ni RISE. Ellos pueden afiliarse con la cédula de identidad. La tasa es el 17,60%.

El proceso se concretó con el acuerdo entre el IESS y la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte en Taxis del Ecuador (Fedetaxis), que abarca a cerca de 80.000 conductores. Sin embargo, no es exclusivo para los taxistas formales. También podrán acogerse los choferes que brindan el servicio a través de aplicaciones móviles.

Carlos Torres, director nacional de Afiliación y Cobertura del IESS, indicó que las tasas están sustentadas en estudios actuariales de 2014 y no comprometen la sostenibilidad de la entidad.

Hasta marzo de 2019 se desarrollarán capacitaciones en las 24 provincias del país. Luego se hará la primera evaluación con los dirigentes gremiales e iniciarán los controles.

Torres explicó que los afiliados se beneficiarán de todos los servicios y prestaciones, como atenciones médicas, créditos, fondos de reserva, seguros de riesgos de trabajo y más. (I)

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El gremio exige que en Quito se respete la ley

Representantes provinciales del taxismo del país se reunieron este martes 4 de diciembre en la sede de la Federación de Operadoras de Transporte en Taxis (Fedetaxi), en el norte de Quito.

El gremio rechazó la propuesta que hizo el viernes pasado el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, sobre el inicio de un debate nacional respecto a la legalización de las compañías que utilizan aplicaciones tecnológicas para brindar el servicio.

Los transportistas dijeron que el planteamiento va en contra de los resultados de la consultoría contratada por el Cabildo y que rige el actual proceso de regularización de unidades.

El estudio determinó la legalización de 8.693 vehículos, según las necesidades de la urbe.

Los integrantes de Fedetaxi afirman que permitir la operación de firmas como Uber y Cabify excede dicho límite y generará problemas en la ciudad.

Los conductores exigieron a Rodas que aplique la normativa vigente y sancione a los dueños de los automóviles que funcionan como taxis sin tener los permisos para ello. Dijeron que por ello, Rodas no tendría calidad moral para hacer exigencias. (I)