Tras 57 años de operaciones, la empresa Bolívar Compañía de Seguros del Ecuador S.A., con sede en Guayaquil, entró en proceso de liquidación forzosa, informó ayer el titular de la Superintendencia de Bancos y Seguros (SBS), Pedro Solines.

Entre las razones para el cierre  se encuentran el alto riesgo de iliquidez de la aseguradora, la concentración de recursos en empresas relacionadas, los altos gastos administrativos y el incumplimiento del gobierno corporativo de normas de gestión de riesgo, así como de auditorías internas y externas.

El jueves en su cuenta de Twitter el fiscal general Galo Chiriboga anunció el pedido de intervención para la compañía basándose en un informe de la SBS, aunque sin mencionar de qué aseguradora se trataba.

En esa red social, Chiriboga se refirió también a la orden de prohibición de salida del país de sus principales accionistas, “por la presunción de que se cometió delito -al amparo de la Ley General de Seguros- y por la mala administración de fondos”.

“La aseguradora, tal como se presenta ahora y dados los riesgos financieros que la rodean, no es sostenible y es inviable”, escribió Chiriboga.

Los problemas financieros no eran nuevos. Según Solines, las deudas de la aseguradora hasta mayo de este año ascendieron a $ 8 millones, mientras que las pérdidas a marzo fueron de $ 800.000. A diciembre de este año las pérdidas proyectadas llegarían a $ 3,1 millones.

Ayer por la mañana, las oficinas de Seguros Bolívar, ubicadas en el edificio Las Cámaras, al norte de Guayaquil, tuvieron un ambiente particular, pues amanecieron custodiadas por policías. Varios de ellos se mantuvieron en la planta baja para evitar cualquier percance.

Quienes llegaban a hacer trámites, como solicitar un seguro o retirar cheques, se encontraron con la novedad, y aunque se receptaban documentos normalmente, los empleados anunciaban que la empresa había sido intervenida.

“Hasta ahora no nos han negado ningún trámite, el problema se presentaría cuando nos retrasen el pago o no lo hagan”, señaló un abogado que prefirió mantener en reserva su nombre y que llegó hasta la aseguradora con una clienta para iniciar los trámites de cobro de un seguro de vehículos.

Jorge Vásquez también acudió al sitio con el objetivo de asegurar una maquinaria que acababa de importar, pero salió de allí preguntándose a qué compañía aseguradora podría ir para acceder a este servicio.

Mientras, cerca del mediodía Luis Anangonó llegó con la intención de retirar un cheque de más de $ 15.000, también por un accidente  de tránsito, pero no lo consiguió. “Me dijeron la semana pasada que estaría el jueves, pero ese día faltaba una firma, y el viernes ya no pude venir”, expresó Anangonó.

Desconocimiento en sucursales

El ambiente de las oficinas en otras ciudades del país tuvo diferentes matices. En Quito durante la mañana se pudo comprobar  que la atención a los clientes fue regular, pues los empleados desconocían la situación de la empresa.      

Elías Conga, quien tiene una póliza de seguros para un vehículo escolar, retiró una factura. “No me he enterado de nada, aquí aparentemente están trabajando con normalidad”, dijo Conga.

De igual forma, Eduardo Navas, otro cliente, expresó: “No he oído nada. Aquí están atendiendo normalmente, ahorita  pagué el seguro de mi vehículo y no he tenido ningún problema”.

En Ambato y Cuenca la atención fue normal y ningún ejecutivo se pronunció respecto al proceso de liquidación.

En la oficina de la capital tungurahuense, en Guaytambos y Montalvo, los requerimientos de los clientes fueron despachados sin problema y la mayoría prefirió no referirse al tema debido a que no hay un pronunciamiento oficial.

Algo similar ocurrió en la capital azuaya, en 12 de Abril y Paucarbamba. Una oficinista dijo que trabajaban con tranquilidad y que las puertas de la compañía aseguradora permanecieron abiertas para los ciudadanos.

En Machala, provincia de El Oro, no hubo atención, pues los empleados esperaban instrucciones desde la matriz en Guayaquil.

Bolívar Compañía de Seguros del Ecuador S.A. inició sus operaciones en Ecuador en agosto de 1957, según reseña su página web.  Ofrecía servicios de seguros en los ramos generales, de vida y asistencia médica, y contaba con sucursales en Quito, Cuenca, Ibarra, Machala, Ambato, Manta y Santo Domingo.

Para el fiscal Chiriboga la situación financiera de la empresa podía perjudicar seriamente a los asegurados.

De su lado Solines aclaró que el estado de esta aseguradora no es comparable al del sistema de seguros nacional, el cual -afirmó- está sano, sólido y solvente.