El presidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona, Víctor López Mosquera, que abarca a ocho provincias, conversó con este Diario sobre las expectativas que tienen con la Ley de Tierras, de Aguas y otras normativas que se tramitan en la Asamblea Nacional y que atañen al sector. 

También se refirió a la importancia del Globalg.A.P. Tour 2013, que bajo el lema “Seguridad alimentaria y agricultura sostenible”, por primera vez se reunirá este 27 y 28 de junio en Quito, en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo. Durante la conferencia se tratarán temas de sustentabilidad, exigencias de los supermercados, inocuidad y tendencias.

¿Qué es y qué expectativa se tiene del Globalg.A.P?
Es una organización que certifica la calidad de productos agropecuarios para el mercado internacional. Hace la certificación de idoneidad, de inocuidad desde el cultivo, o sea desde el inicio, proceso y ubicación de los productos en los mercados.

Es tan importante que pone énfasis en que la garantía del producto sea de calidad para el consumidor, cuidando el ambiente, siendo amigable con él y poniendo énfasis en la salud. En esta cita estarán expertos y profesionales de Inglaterra, España y Alemania. Nos van a explicar cómo llegar, acceder e insertarnos en el mercado internacional.

¿De qué manera ponen énfasis en el tema de sustentabilidad, ambiente y salud?
En todos los procesos hay una serie de indicativos que el productor debe cumplir, para que en las labores de campo y en el uso de fertilizantes, fitosanitarios, agroquímicos, se cause el menor impacto al producto de consumo humano, ambiente y naturaleza.

Esos son mecanismos de acción que hay que cumplir porque redundan en beneficio. En el caso del banano, ya tiene certificación Globalg.A.P., de lo contrario no entraríamos en el mercado mundial.

¿En cuántos países tiene presencia la certificación Globalg.AP?
Trabaja en más de 100 países con miles de productos, en los que dan garantía al consumidor. Es importante porque países como Ecuador tienen el fundamento de su riqueza en el campo, lo cual no es perecible. No debemos conformarnos con exportar pocos productos, hay que entrar también con el mango, papaya, piña, brócoli, hortalizas y otros, y con productos de acuacultura como el camarón, conchas y los frutos de mar. La certificación nos allanaría el camino al mercado externo.

¿Y qué le falta a Ecuador para cumplir con esas certificaciones?
Ir tomando pautas en todos los procesos de producción. Por ejemplo, desde el sembrío en las diferentes etapas, en la cosecha, en la poscosecha, empaque y el proceso de valor agregado, para cumplir con las normas, para que la calidad se mantenga y se cuide la idoneidad, sin abusar de productos fitosanitarios y agroquímicos, que pueden dañar al producto, al consumidor y al medio ambiente.

¿Cómo están trabajando con las autoridades públicas?
Ya tenemos un organismo que califica la calidad, la idoneidad y la sanidad, como es Agrocalidad, que cuida la sanidad vegetal y animal. Juntamente con ellos hacemos todas estas gestiones para poder avanzar rápidamente.

¿Pero qué otro apoyo requieren desde las autoridades públicas?
Que nos den los indicativos y facilidades, pues es un mundo en que, por ejemplo, hay que capacitar al campesino, al productor, que muchas veces desconoce las condiciones técnicas. Hay que prepararles para que sepan de comercio, finanzas y se constituyan en microempresarios.

En cambio, el sector privado debe ser receptivo a esos cambios, al conocimiento, a la necesidad de insertarnos en el mercado internacional, porque tenemos que ofrecer eficiencia y productividad con calidad.

¿Qué productos se cultivan más y exportan, y cuál es la expectativa de exportar otros?
El 78% de la superficie cultivada en Ecuador se concentra en cinco productos agrícolas, según datos del INEC: cacao, banano, café, palma africana y plátano. Tres de cada diez bananos consumidos a nivel mundial son producidos en Ecuador; el país es el mayor proveedor de cacao fino y de aroma en el mundo y es el producto de exportación más antiguo; existe una superficie aproximada de 263.800 hectáreas cultivadas; y por su situación geográfica y sus condiciones climatológicas Ecuador es uno de los pocos países del mundo que produce casi todas las variedades de café verde. Las flores son consideradas las mejores y más hermosas del mundo, lo que nos ha convertido en el tercer exportador mundial.

Sin embargo, a más de productos tradicionales con potencial de exportación: el palmito, pitahaya, pimienta, brócoli, mango, también está la palma africana. Además, no hay que olvidar que el uso, producción, procesamiento y comercialización de hierbas medicinales y aromáticas es de gran interés.

En las ocho provincias, ¿qué asociaciones, afiliados, empresas y empleo mueve la Cámara de Agricultura de la Primera Zona?
Tenemos 8 asociaciones grandes de productores, que congregan a 4.000 afiliados, 200 empresas y asociaciones agroproductivas y 30 centros agrícolas activos.

El 35% del empleo se centraliza en el sector agrícola. Nuestro sector es gigantesco en la generación de empleo, de recursos, impuestos y, sobre todo, en la producción de alimentos para la canasta básica. Por ello tenemos que estar inmersos en los códigos Laboral, la nueva Ley de Tierras, de Aguas, de la Biodiversidad del uso y semillas.

¿Cuál es la expectativa del sector con respecto a esas leyes que se tramitan en la Legislatura?
Que sean coherentes y los que tengan que elaborar esas normas conozcan el sector. Por ejemplo, en cuestión de la Ley de Tierras, tiene que estar al servicio de la producción para beneficio del hombre. Toda la tierra productiva tiene que ser considerada y respetada, no importando la extensión, sino que se la trabaje eficientemente, produciendo para beneficio de las personas, de la economía del país, generando fuentes de empleo, cumpliendo con las regulaciones del medio ambiente y con las obligaciones de imposición que nos grava el Estado.

O sea que lo que salga desde la Asamblea Nacional debe ser tratado técnicamente por los legisladores...
Nuestra expectativa y lo que esperamos es, entonces, que las personas que tienen que ver y hacer con las leyes, sean lo suficientemente conscientes, responsables sobre el asunto, porque todo lo que se haga en reformas en el sector agrario el día de mañana nos puede cobrar o pasar factura, porque es irreversible.