Potencial petrolero no fue divulgado por monopolios
“Hablar de la historia del petróleo ecuatoriano que se remonta por lo menos a todo el siglo XX hasta la fecha, no es fácil de hacerlo en los términos de una breve exposición”.
Estas fueron las palabras con las que Jaime Galarza, reconocido historiador y escritor cuencano, inició su intervención en el 3er Encuentro de la serie Monopolios y Poder en la Historia del Ecuador, con el tema “Petróleo, Economía y Estado en los últimos 50 años”, evento organizado por la Superintendencia de Control del Poder del Mercado.
Galarza rescató las palabras de apertura del Superintendente Pedro Páez, quien señaló: “Los monopolios extranjeros, las multinacionales estuvieron siempre en el corazón del atraso de nuestro país”.
En este marco, destacó que uno de los elementos de este atraso, que proviene justamente del papel de las grandes empresas petroleras, es “la falta de divulgación e información en el Ecuador, por acción tanto de los monopolios como de los gobiernos que eran sus obsecuentes servidores, y como también de los medios de comunicación que estuvieron vinculados a mecanismos de poder”.
El historiador sostiene que entre 1920 y 1921 un grupo de técnicos extranjeros llegó al Ecuador para hacer prospecciones e investigaciones petroleras en la Amazonía. Dos de ellos eran norteamericanos y otro colombiano.
Precisó que “lo interesante es que estos científicos norteamericanos hicieron muchas publicaciones en Estados Unidos en inglés, pero nunca una sola publicación en Ecuador, por lo que había que recuperar de revistas especializadas de allá para tener algún conocimiento de lo que ellos habían logrado investigar”.
Explicó además que Cicerón Castillo (el técnico colombiano) publicó un libro llamado “Geología económica del petróleo”.
En dicho documento, dijo, se describe con lujo de detalles las zonas y puntos geográficos de la Amazonía ecuatoriana donde este conjunto de científicos establecieron que existía petróleo de buena calidad. “Si ustedes en el libro registran los accidentes geográficos que se mencionan ahí y comparan con la historia del petróleo en la Amazonía, van a ver que Cicerón Castillo no se equivocó en ningún punto”, señaló.
Sin embargo, indicó que el problema radica en que este tipo de información era solo para conocimiento de los privilegiados, no para divulgación ante las universidades, ni los medios políticos o periodísticos del Ecuador. El experto en temas petroleros, Luis Alberto Aráuz, también formó parte de este encuentro.
En su intervención resaltó que en 1960 se formó una compañía “rara” que abarcó gran parte de unos 4,5 millones de hectáreas, no para explorar y explotar, sino para vender esas áreas a los concesionarios. “Esta compañía era Minas y Petróleos, formada por ciertos ecuatorianos, dirigentes velasquistas; y como en Colombia habían descubierto en el año 59 petróleo al otro lado de la frontera, ellos veían que en el Ecuador también habían esas posibilidades y se adelantaron al negocio”.
Destacó además, que una vez que el doctor Otto Arosemena, expresidente de la República, llegó a la caída de la dictadura, hizo toda la feria petrolera, y allí vinieron compañías fantasmas que se llevaron millones de hectáreas que también se vendieron a distintas concesiones. Recordó que la compañía Texaco y la Gulf formaron un consorcio, llegaron al Ecuador y en 1967 descubrieron petróleo.
Dentro de este contexto, se refirió a los detalles de los contratos petroleros de aquella época. “Las compañías que firmaron en el Oriente, tenían que pagar una regalía de acuerdo con la ley de 1937 y máximo nos pagaban el 6% de regalías; el impuesto a la renta que nos tenían que pagar era un mínimo de un 27% o 28%, de tal manera que las utilidades y ganancias estaban determinadas a favor de estas grandes compañías”.
Hay que resaltar que en 1972 el Estado creó la Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana (CEPE), que en 1989 se transformó en Petroecuador, la misma que obtuvo un 25% de los intereses del consorcio en 1974.
En 1977 Gulf vendió sus intereses a CEPE, mientras que Texaco transfirió el manejo a Petroecuador en 1990. La concesión terminó en 1993 con Petroecuador como propietaria.
TERCER ENCUENTRO DE LA SERIE MONOPOLIOS
Con el objetivo de fomentar el debate y abordar temas de interés nacional, dentro de la regulación y control del mercado, se realizó el 3er Encuentro de la serie Monopolios y Poder en la Historia del Ecuador, con el tema “Petróleo, Economía y Estado en los últimos 50 años”.
En el evento, que fue organizado por la Superintendecia de Control del Poder de Mercado, el titular de esta entidad, Pedro Aráuz, dijo que este tipo de eventos es parte de un esfuerzo conjunto “para crear conciencia en la ciudadanía, respecto a un tema que ha estado invisibilizado por mucho tiempo, como es el tema de los abusos monopólicos”.
El encuentro también contó con la participación de Luis Calero, especialista en derecho petrolero, quien destacó que “el desarrollo de la industria petrolera no estuvo atado al desarrollo de la industria nacional. Este es un problema que todavía no se ha resuelto”. Al acto también asistieron diversas instituciones y público en general.