Suspensión del pago de hipotecas, moratorias en impuestos y reducción de tasas de interés son algunos de los estímulos que han puesto en marcha los países para enfrentar el impacto económico del covid-19.

Italia optó por la primera. Se congelaron los pagos de créditos hipotecarios hasta por 18 meses a personas que se quedaron sin empleo o fueron despedidas temporalmente debido a la crisis.

España aplazó por seis meses el pago de impuestos a pequeñas y medianas empresas, así como a trabajadores autónomos. En Chile no se permitirá la suspensión del servicio de electricidad durante la emergencia. Las cuentas impagas se podrán diferir a 12 meses sin multas ni intereses.

El analista económico Diego Olmedo toma como ejemplo lo que va a hacer Estados Unidos. El Departamento del Tesoro se apropió de los fondos de salvamento.

Este dinero se va a invertir en tres espacios. Primero a través de transferencias de $ 1.000 a los ciudadanos. Se apoyará a las microempresas con créditos de entre $ 5.000 y $ 10.000. Y a las empresas grandes con apoyo en su liquidez con $ 50.000 y hasta $ 100 millones.

El cierre de fronteras y la restricción a la libre circulación están dejando efectos económicos. Expertos lo advierten, la recesión económica que se avecina será fuerte.

“Estos son tiempos difíciles para todos, en especial para los más pobres y vulnerables. (…) Más allá del grave impacto sanitario de la pandemia, prevemos que la economía mundial enfrentará una gran recesión”, expresó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial, en la teleconferencia de Ministros de Economía del G20 sobre la pandemia.

Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, dijo el viernes que con la parada repentina de la actividad económica global se estima que las necesidades financieras de los mercados emergentes son de $ 2,5 trillones. “Está claro que hemos entrado en una recesión”.

Según un análisis de Deloitte, las empresas pequeñas y medianas podrían ser las que tengan mayores dificultades para sobrevivir a la recesión. Las vinculadas a viajes y turismo se enfrentarán a pérdidas que probablemente no sean recuperables. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el crecimiento del PIB global este año era de 2,9%.

Según esta organización hay dos escenarios respecto a este tema: el crecimiento global podría ser del 2% si los contagios son moderados en el mundo, o el crecimiento se reduce a la mitad si el brote del virus es más intenso y se extiende ampliamente.

Olmedo consideró que el comercio mundial se contraerá del 5% a 6% este año. “El oro parecía inmune al coronavirus, por ejemplo, pero la semana pasada cotizó en $ 1.600 la onza, hace 15 días estaba en $ 1.700”.

Impacto local

El 70% de la industria ecuatoriana está paralizada. Otto Sonnenholzner, vicepresidente de la República, aseguró en una entrevista en Ecuavisa, que la paralización económica cuesta alrededor de 3 puntos porcentuales del PIB al mes.

En la charla virtual “Escenario económico frente a la crisis sanitaria”, el analista económico Alberto Acosta Burneo dijo que el impacto de la pandemia se suma a los desafíos en las finanzas que ya enfrentaba el país.  

El mal manejo de la bonanza petrolera en el gobierno anterior dejó problemas fiscales con un Estado grande difícil de mantener; y problemas productivos en términos de competitividad.

Hoy a esto se suma la disrupción en la cadena logística, despachos costosos y caída en los pedidos. Y por el lado fiscal bajo precio del petróleo. “La caída de los ingresos fiscales puede bordear entre los $ 1.700 millones a $ 2.000 millones. Estamos con unas finanzas públicas insostenibles”, indicó Acosta.

El Gobierno Nacional ya tomó algunas medidas para enfrentar este impacto económico. Permitirá los diferimientos extraordinarios de obligaciones crediticias, así como del pago del impuesto a la renta; dará bonos de contingencia por $ 60 y los servicios básicos no se suspenderán por falta de pago.

Propuestas para enfrentar crisis

El analista económico Alberto Acosta propone crear flexibilidad laboral. “Durante el periodo que se permita trabajar tenemos que producir al máximo. Si es posible en las noches”, asegura.

Marcelo Larrea, director ejecutivo de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha, cree que es necesario diferir los aportes patronales y laborales a la Seguridad Social por un tiempo.

Esa liquidez -acota- en manos de las empresas protegerá a miles de trabajadores y dinamizará la economía. Propone diferir pagos de utilidades, servicios básicos y telecomunicaciones y eliminar aranceles a bienes de capital.

Javier Wong, presidente del sector Metalmecánico de este gremio, cree que hay que sustituir las importaciones de productos que se pueden hacer en Ecuador.

Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador, recomienda diferir obligaciones tributarias de las empresas y adecuar el precio del combustible a la realidad actual. (I)