La ampliación de las restricciones de movilidad y venta de licor contribuyen a controlar la expansión de contagios de covid-19 en el país. Sin embargo, el sector de la cervecería artesanal se ve afectado por la reducción de ventas que han tenido con la puesta en marcha de estas dos medidas.

Para Nelson Calle, representante de la Asociación de Cervecerías Artesanales, las pérdidas en su sector son cuantiosas, lo que ha obligado a reducir el personal que trabaja en la cadena productiva. “Aseguran que sus ventas redujeron en un 80%, con un impacto a quienes trabajan en el proceso productivo, 2.500 empleos directos, y 10.000 empleos indirectos.”

Este gremio plantea una campaña de consumo responsable y moderado de cerveza artesanal, con el fin de que puedan sostenerse durante la emergencia sanitaria. Algo que para la Intendencia de Pichincha no convence del todo, ya que los fines de semana se registran fiestas clandestinas y excesos de todo tipo.

Cristian Paredes, intendente de Pichincha encargado, informa que el último fin de semana se realizaron 30 operativos, atendiendo a varias denuncias ciudadanas. Además, se clausuraron 5 establecimientos que irrespetaron el toque de queda y la prohibición de venta de licor. También,  las autoridades suspendieron 10 eventos. 

Y a pesar de que el sector de la cervecería artesanal es formal, cumple con toda la normativa técnica y protocolos para su funcionamiento,  aún no ha podido levantarse de la dura crisis que golpeó a todo el ámbito de entretenimiento, alimentos y bebidas.

El grupo de cerveceros artesanales esperan dialogar con las autoridades, mientras que las medidas establecidas por el COE nacional se mantendrán vigentes hasta finales de agosto. (I)