Punto de vista
Panama Papers o la razón cleptómana
En 1513, el explorador español Vasco Núñez de Balboa emprendió un viaje en búsqueda de un mar desconocido (posteriormente nombrado como océano Pacífico) que se encontraba, según los relatos de los indígenas que habitaban las tierras americanas, del otro lado del mar Caribe, y para hallarlo se adentró en las profundidades de la impenetrable selva del Darién, topándose en el recorrido con un paraíso tropical inimaginable que luego llamarán Panamá. En este territorio paradisíaco se fue configurando después de cinco siglos el umbral de la modernidad transoceánica que conectó al mundo capitalista a través del canal que lleva su nombre.
Ahora, este paraíso tropical que formó parte de los orígenes del capitalismo en el siglo XV y de su etapa de expansión a principios del XX, vuelve a la escena mundial, esta vez como paraíso fiscal de la corrupción internacional, también llamado con el eufemismo ánglico de sociedades offshore. De esta manera saltó el escándalo de evasión y lavado de dinero más importante de los últimos tiempos denominado ‘papeles de Panamá’ que pone al descubierto el enorme capital acumulado por políticos, actuales mandatarios, expresidentes, deportistas y artistas de todo el mundo.
Este caso, empero, apunta entre muchos otros mandatarios al presidente de Argentina, Mauricio Macri, quien utilizó este mecanismo para resguardar cuantiosos capitales junto a su padre, el empresario Franco Macri y su hermano Mariano, quienes administraron conjuntamente la empresa Fleg Trading Ltd. constituida en Bahamas entre 1998 y 2009, año en que la sociedad fue disuelta. Esto fue destapado en los últimos días a través de una investigación a escala mundial realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung que recopilaron una vasta serie de documentos secretos que involucra a cientos de personajes vinculados a la esfera política entre los que se encuentra el presidente argentino.
Asimismo, este rebrote de la cleptocracia tiene estrecho vínculo con gobiernos de corte plutocrático como el que impera en Argentina bajo el signo del macrismo, ahora rebautizado como “CEOcracia”. Parafraseando al escritor John William Cooke: “El macrismo es el hecho neoliberal del país burgués”. Macri, en este sentido, es la representación patente de un régimen plutocrático por su origen y contenido de clase.
La razón cleptómana se constituye dentro del neoliberalismo como una compleja red de ingeniería política y financiera con el fin de desviar sistemáticamente fondos a los paraísos fiscales que operan bajo el rostro presuntamente legal de las sociedades offshore, resultado de la correlación de fuerzas entre gobierno, empresariado y macroeconomía neoliberal. La naturaleza contemporánea del capitalismo rizomático ubica subrepticiamente a los paraísos fiscales en países subdesarrollados y estrictamente dependientes del poder económico global (como Bahamas o en este caso Panamá), cuyas condiciones facilitan y favorecen la acumulación y concentración de grandes capitales en el marco de estas empresas fantasmas.
Hay una cuestión esencial que no debemos pasar desapercibida: la corrupción es constitutiva del capitalismo, mucho más si se trata de un capitalismo que impone relaciones asimétricas entre los países más ricos y más pobres, haciendo que las clases dominantes de estos últimos se beneficien en pos de la entrega y el coloniaje y en detrimento del pueblo; y la receta infalible para ello es el neoliberalismo. (O)