Aproximadamente 1 millón de comprobantes electrónicos se emiten diariamente en el país, y desde que
comenzó el nuevo esquema de facturación la cifra alcanza los 116 millones, informó el Servicio de Rentas
Internas (SRI).  Y a menos de un mes para que la facturación electrónica sea obligatoria para todas las empresas, sean comerciales o de servicios, las dudas persisten, principalmente en un segmento de la población que no tiene acceso a Internet o no está familiarizado con sus herramientas.

Pedro Luis Mero conoce muy poco sobre el tema. Administra un estacionamiento en el centro de Guayaquil y a sus 72 años no tiene correo electrónico ni acceso a la red en casa, lo que le dificultaría recibir el documento de forma digital si hiciera una compra en un establecimiento incorporado al sistema.

Algo similar le ocurre a Miguel Ortiz, quien, pese a tener una cuenta de correo electrónico, pocas veces la abre y aún tiene dudas de que el documento virtual contenga tanta validez como el físico. Aquello no resulta extraño para dependientes ni administradores de  locales. “María” por ejemplo, vendedora de un almacén de colchones y muebles en un centro comercial al sur de Guayaquil, dijo que en estos casos la empresa prefiere entregar la factura física, pues algunas personas, sobre todo de la tercera edad, no tienen correo electrónico, no lo recuerdan o sienten desconfianza del sistema “sobre todo cuando pagan en efectivo y la entrega del producto debe hacerse después. Hay quienes prefieren un respaldo en papel”, sostuvo.

De momento, una de las urgencias del SRI es capacitar a los usuarios. Una de las principales dudas gira en torno a la factura electrónica y su similitud a la impresa. Guillermo Belmonte, director nacional de Recaudación y Asistencia del SRI, señaló que el documento generado electrónicamente es “exactamente igual” al impreso, incluso con el detalle de la compra o el consumo del usuario, dependiendo del tipo de establecimiento. Pero al tratarse de un documento electrónico, no tiene fecha de caducidad como en los comprobantes físicos, donde el SRI debe autorizar su emisión del 1 de enero al 31 de diciembre.

“En el caso de los electrónicos la autorización es infinita o hasta que el contribuyente deje de cumplir con algún requisito, por lo demás, no hay ningún cambio, ni información adicional”. Belmonte recordó también que
para llenar el anexo de gastos personales lo único que debe hacer el usuario que opte por la factura electrónica es revisar el portal web o el correo electrónico para acceder a ella.

“Lo que evitamos aquí es que se haga todo en papel”, expresó. Si bien la facturación electrónica reduce el gasto de papel, también produce la reducción de los gastos operativos que implica la distribución a los usuarios. Pero además, hay un alto porcentaje de usuarios esporádicos de internet. Una encuesta realizada por Opinión Pública Ecuador revela que el 34% de los entrevistados dijo no tener internet en su hogar, el 29% dijo que sí y el 24% que solo accede a través de un ciber o centro de cómputo.

Así mismo, el 31% de los encuestados dijo que siempre usa internet, frente al 36% que lo usa a veces y un 9% que no lo hace. Mientras que un 38% opinó que no es difícil archivar un documento en computadora,
frente al 18% que dijo que no puede hacerlo y el 13% que afirmó que es difícil manejar un archivo digital.

Además se estima que casi el 10% de la población ecuatoriana tiene más de 65 años y no ha desarrollado
capacidades para usar dispositivos electrónicos. Frente a ello, Belmonte asegura que el sistema ha sido diseñado de tal manera que existe flexibilidad en la entrega del documento.

En almacenes Tía, por ejemplo, la nota de venta -que necesariamente se entrega en papel, pero no tiene validez tributaria- indica en su parte inferior que el comprador debe ingresar al sitio web de la empresa con su número de cédula y allí registrarse para acceder a la factura.

Otros consideran más práctico enviarlo directamente a un email. Belmonte recordó que son 3 las maneras de acceder a la Representación Impresa de Documento Electrónico (RIDE): imprimiéndola, cuando sea requerida de manera expresa por el usuario, enviándola por correo electrónico o exhibiéndola a través del portal web de la empresa. Para Judith Gallardo, el informarse sobre el tema fue una cuestión de tiempo. No conocía que para recibir su factura por esta vía, de acuerdo con el artículo 49 de la Ley de Comercio Electrónico, debía dar un consentimiento expreso. Solo hasta que recibió una carta de su empresa de seguros pidiéndole dichos datos, decidió averiguar de qué se trataba. “Hemos pensado en los grupos vulnerables para que el proceso sea inclusivo, considerando que hay personas que ni siquiera han tenido acceso a educación o son analfabetas”, aseguró.

Facturas y otras dudas

Entre los RIDE que pueden generarse  por esta vía se encuentran comprobantes de ventas, facturas, notas de crédito y débito, y guías de remisión. Hasta el momento 929 contribuyentes están en producción, esto es con facturas ya en circulación, y 1.944 están listos para iniciar el proceso. Dicha cantidad debe llegar a 12.000, una vez que culmine el cronograma en julio con la inclusión de los GAD.

Los trabajadores y empresarios buscan acercamientos para fijar salario básico Quito Jaime Arciniegas, representante de los trabajadores ante el Consejo Nacional de Salarios (Conades), afirmó que hoy, a las 17:00 en Guayaquil, se reunirá con el presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, Henry Kronfle, para buscar un acercamiento para la fijación del salario básico unificado (SBU) para el próximo año. El dirigente reiteró que lo importante en este tipo de reuniones es lograr acercamientos y, si es posible, consensos, que luego deberán ser concretados en una reunión con los representantes de todas las cámaras empresariales y de la dirigencia sindical, ahora representada por el Parlamento Laboral Ecuatoriano.

DATOS

• Los documentos que pueden emitirse por vía electrónica son facturas, notas de crédito, notas de débito, comprobantes de retención y guías de remisión, según el SRI.
• Desde el 1 de enero están obligadas a facturar electrónicamente todas las empresas de servicios y comercio. También las empresas públicas y entidades financieras del sector público.
• Entre las características de los documentos electrónicos están el mejorar los procesos administrativos, ahorrar en papelería, contribuir al medio ambiente y disminuir la probabilidad de falsificación.
• Los organismos y entidades de los Gobiernos Autónomos Descentralizados comenzarán a emitir documentos electrónicos a partir de julio del próximo año.