Los analistas consideran que las medidas son coherentes con la situación que vive la nación bolivariana
Las reformas económicas en Venezuela buscarían mayor estabilidad a corto plazo
Cuando el 95% de los ingresos nacionales depende del petróleo, una caída en el precio del crudo tiene un impacto sustantivo en la macroeconomía. A ello responden las medidas anunciadas por el presidente Nicolás Maduro y que empiezan a ajustarse a la realidad del país.
Las recientes cifras reveladas por el Banco Central de Venezuela (BCV) dan cuenta del golpe que ha sufrido esa nación por los precios bajos del petróleo. En 2015, la economía venezolana cayó el 5,7% y la inflación fue 180%, la más alta del mundo. (Ver infografía)
Entre 2004 y 2015, el país con las mayores reservas de crudo del mundo recibió unos $ 750.000 millones, según cifras oficiales. El precio del petróleo venezolano tuvo un pico de $ 103,42 por barril en 2012; sin embargo, desde entonces, su cotización se desplomó.
Algunos analistas consultados consideran que, si bien las medidas pudieron haberse implementado anteriormente, son coherentes y constituyen un paso importante para marcar la senda de estabilidad en el corto plazo. Para que surtan el efecto esperado, se requiere el aporte de la ciudadanía.
El litro de la gasolina súper aumentó después de 20 años
Sin duda el anuncio que más sorpresa causó fue el incremento del 6.000% en el precio de la gasolina: el litro de súper aumentó de $ 0,015 a $ 0,6. Aunque el incremento relativo del combustible parece elevado, Venezuela tiene todavía uno de los precios más baratos en el mundo.
Es la primera vez en 20 años que el Gobierno venezolano eleva los precios del derivado. Al año se destinan cerca de $ 12.500 millones para abastecer la demanda interna. Con los nuevos precios, la gasolina ahora cuesta 1 bolívar el litro de 91 octanos y 6 bolívares la de 95, este último representa un aumento del 1.328%.
Víctor Hugo Albán, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, explicó que es propicio subir el valor de la gasolina para que el Estado pueda obtener importantes recursos y combatir el contrabando.
El bolívar experimentó una devaluación del 37%
El presidente de Venezuela, quien culpó de la crisis a la “guerra económica” de empresarios de derecha y al “boicot financiero internacional”, reformó el sistema cambiario reduciendo de 3 a 2 tasas de cambio.
Mientras la cotización del dólar para importar alimentos y medicinas aumentó de 6,3 a 10 bolívares, el tipo de cambio para el resto de la economía será “flotante” y equivaldrá a 200 bolívares por dólar. Maduro no precisó, sin embargo, cuándo empezará a regir este tipo.
Para Eduardo Santos Alvite, mediante la devaluación, Venezuela “trata de hacer un ajuste de esos múltiples tipos de cambio que fluctúan con demasiada rapidez y volatilidad”. Sin embargo, observa que la medida no sería suficiente debido a la escasez de dólares, a causa de los bajos precios del petróleo, y por los sistemas especulativos provocados por la confrontación entre el sector público con el privado.
Se efectuarán cambios en el sistema alimentario público
En su anuncio de medidas, el presidente Maduro incluyó la reestructuración de los supermercados de ‘Abasto Bicentenario’, una red pública de la cual dijo que “se pudrió” por la corrupción.
Esa red será reemplazada por una corporación que intervendrá en otras redes públicas como la misión Mercados de Alimentos Bolivarianos (Mercal) y la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval). De la mano con este cambio, Maduro incrementará los precios de unos 100 productos regulados para ajustarlos “con base a su precio real”, dijo. En los últimos días las autoridades detuvieron a 50 personas aparentemente implicadas en una red de corrupción, valiéndose en los bajos impuestos.
Santos Alvite opinó que, si bien aquella medida es buena en principio, existe una desestructuración del sistema de mercado de precios que complicaría la situación.
Los salarios y los bonos de alimentos fueron incrementados
En 17 años de la Revolución Bolivariana, la remuneración básica aumentó 31 veces. El paquete de medidas contempla a su vez una nueva elevación de los salarios.
Desde el 1 de marzo, el salario mínimo aumentará el 20% y pasará de 9.649 a 11.578 bolívares. Además, el bono de alimentación, un beneficio recibido por los trabajadores, subirá de 6.750 a 13.275 bolívares. Quienes perciban ambos ingresos tendrán un sueldo mensual de 24.853 bolívares, es decir, unos $ 124 calculados a la tasa flotante de 1 dólar por 200 bolívares. No obstante lo anterior, en Venezuela, la canasta básica de alimentos cuesta más de 100.000 bolívares.
Albán manifestó que subir los sueldos es lo más adecuado para que los ciudadanos puedan asimilar de mejor manera los cambios que se aproximan. “Deben darse estos correctivos monetarios, sino no se obtendría nada”, aseveró.
Por su parte, Santos Alvite mencionó que, en el contexto de un gobierno enfocado en los sectores populares y más desfavorecidos, si no se efectuase un ajuste de esa naturaleza “sería más grave la situación de lo que ya es en este momento”.
Según cifras oficiales, entre 1999 y 2014 el Gobierno venezolano destinó $ 717.900 millones para inversión social, esto es casi 9 veces más que en el período 1983-1996. (I)