La propiedad intelectual se debate en Bruselas
A través de una cuña radial que se transmite desde ayer, los empresarios respaldan el proceso de negociaciones con la Unión Europea (UE) y confían en el éxito de la primera ronda. Mientras tanto, las organizaciones sociales del país mostraron su preocupación por las consecuencias que haya para el sector campesino por la firma de un acuerdo multipartes con el bloque.
Ayer, en Bruselas (Bélgica), las mesas de trabajo continuaban el análisis del convenio y los alcances del acuerdo en materia de propiedad intelectual que han protagonizado el debate en la mesa de jefes negociadores desde que se instaló este lunes, según el titular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), René Ramírez.
El Gobierno destacó los elementos comunes en los que se basa la relación comercial bilateral.Los temas revisados son los que se refieren a datos de prueba, transferencia de tecnología, derechos de autor, biodiversidad, conservancia de derechos e indicaciones geográficas.
Para Andrés Ycaza Mantilla, director del Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI), la propiedad intelectual es uno de los temas más trascendentales en las negociaciones de acuerdos comerciales, especialmente con los países desarrollados. “En la mesa de propiedad intelectual, la negociación es un gran reto soberano, debido a que Ecuador es un país consumidor de propiedad intelectual, no es generador”, anotó Ycaza.
Resaltó que la Unión Europea tiene mucho interés en la protección de indicaciones geográficas que podrían generar algún tipo de afectación aquí. Por ejemplo, queso parmesano y Pilsener son nombres de indicaciones geográficas que le pertenecen a la UE (Parma, Italia y República Checa, respectivamente) y ellos solicitan la protección de esas denominaciones de origen.
En lo que se refiere a los datos de prueba, Renato Carló, presidente de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos Ecuatorianos (ALFE), dijo que estos deben ser prioritarios en las negociaciones porque afectarían la industria nacional y el “bolsillo” de los ecuatorianos que requieran medicamentos a bajo costo.
Los datos de prueba son una información relacionada con las características técnicas del medicamento. La industria nacional, al igual que en Latinoamérica, produce medicinas genéricas una vez que la patente fenece. “Los fabricantes y competidores de genéricos disminuyen los precios de los medicamentos promoviendo más acceso al tratamiento médico, por lo tanto no se puede suponer que tal protección debería ser otorgada como un derecho exclusivo”, aseveró el representante de las farmacéuticas.
Organizaciones sociales
Por medio de un comunicado, la Confederación de Estudiantes Universitarios y Politécnicos del Ecuador (Ceupe), la Coordinadora Nacional Campesina Eloy Alfaro (CNC), la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI), las Asociaciones Regionales de Estudiantes Secundarios (ARES), el Movimiento Socialista Universitario (MSU), el Frente Democrático Universitario (FDU), la Coordinadora Alternativa de Jóvenes y Estudiantes del Ecuador (Coraje), la Juventud Socialista del Ecuador y la Juventud Comunista del Ecuador, mostraron su preocupación por las negociaciones del acuerdo comercial con la UE.
La inquietud de los sectores sociales radica en la posibilidad de que el país pierda parte de su soberanía productiva, cognitiva, alimentaria, económica y política, “dado que dicho acuerdo parte de relaciones asimétricas entre nuestro país y el bloque europeo”.
Según las organizaciones sociales, en lo referente a la posible pérdida de soberanía productiva, los sectores más afectados por este tipo de acuerdos son los pequeños y medianos agricultores y ganaderos, que se verán en la imposibilidad de competir con los productores de la UE, al ser los mismos fuertemente subvencionados.
“Nos sentimos preocupados por el futuro del campesinado nacional, que perderá competitividad a la hora de colocar sus productos en el mercado con lo cual se afectará el empleo local, tal como lo han demostrado las experiencias de nuestros países vecinos, Perú y Colombia”, señala el comunicado.
Adicionalmente, para estos sectores la industria nacional competirá con las grandes empresas de la UE, las cuales, al no pagar aranceles para que ingresen sus productos en el mercado local, tendrán menores precios y el consumo se volcará hacia dichas mercancías, acabando con el empresariado local que depende de esta actividad productiva.
Asimismo, la demanda de mano de obra, intelecto de obra y servicios locales decaería, pues los productos europeos poseen un alto componente tecnológico y científico que aún se encuentra en ciernes en el país.
El presidente de la Coordinadora Nacional Campesina Eloy Alfaro, Romelio Gualán, recordó que los tratados de libre comercio (TLC) firmados por Colombia y Perú con la UE no fueron beneficiosos para la pequeña y mediana agricultura de esos países, por lo tanto Ecuador debe analizar bien esta situación.
“El Gobierno debe sentarse a dialogar con las organizaciones del campo y la ciudad, para desarrollar esos puntos que ponemos en el comunicado como prioridad para salvaguardar a los indígenas y campesinos”, agregó Gualán.
El dirigente informó que el 20 de este mes las organizaciones campesinas de Europa harán un manifiesto, en la sede de la UE, rechazando los TLC que mantiene este bloque con los países en vías en desarrollo.