El ingreso actual cubre el 100,17% de la canasta básica familiar hasta abril; en el mismo mes de 2013 hubo un déficit de $ 11,92
La pobreza extrema se redujo 0,52 puntos porcentuales en un año
Los cambios económicos experimentados en Ecuador en los últimos años parecen materializarse en este nuevo período de Gobierno, en una mejor calidad de vida de los ciudadanos, de acuerdo a Pabel Muñoz, titular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades).
Las cifras avalan una transición que comenzó en 2006 y que logró disminuir la pobreza por ingresos en 12 puntos y la desigualdad en 8, según datos de la Senplades.
“Hemos tenido un crecimiento sano y estable en los últimos 7 años, más que el promedio latinoamericano”, aseguró Muñoz.
Según él, siendo la inversión pública ecuatoriana la mayor en la región con el 15% del Producto Interno Bruto (PIB), un avance así no es para extrañarse.
La política del Gobierno de privilegiar la deuda pública frente a la externa y decisiones radicales, como repatriar capitales del sector financiero, invertir en productividad, en construcción de carreteras, hospitales, centros de salud y escuelas, han sido elementales en este año de cambios.
Para muestra, Muñoz cita a los más de 8.000 estudiantes becados en las mejores universidades del mundo y una inversión del 2% del PIB en educación superior. A lo que se añade la universalidad de la educación básica, que permite a la población infantil acceder a la escolaridad sin discriminaciones de ningún tipo.
Por otro lado, la construcción de 8 centrales hidroeléctricas, con una inversión de $ 5.500 millones, será la base para el desarrollo del plan de cocción eficiente, lo que evitará que el Estado gaste en subsidio del gas un promedio de $ 700 millones al año y permitirá que las familias preparen sus alimentos de forma más segura y eficiente, pues se estima que el gas (GLP) aprovecha apenas el 40% de su energía, es decir, solo 85 kilovatios hora.
Para un crecimiento sostenible, Muñoz consideró que la decisión política de priorizar la inversión social es imprescindible. Además, es importante que haya una mayor conciencia cívica de la ciudadanía y la corresponsabilidad de mantener estos logros en el tiempo.