El 70% de la industria está paralizada
Cerca del 70% del aparato productivo del país está paralizado debido a la emergencia sanitaria por el covid-19.
Según cálculos preliminares del Ministerio de Producción, Comercio Exterior e Inversiones, las pérdidas superan los $ 1.000 millones.
Iván Ontaneda, ministro de esta cartera de Estado, aseguró en una entrevista en Telediario que las empresas redujeron al mínimo sus operaciones y respetan los protocolos de seguridad.
Los principales problemas que han tenido las industrias para la comercialización local y para las exportaciones han sido logísticos y de transporte principalmente.
Marcelo Larrea, director ejecutivo de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), comenta que los efectos de esta emergencia han sido varios.
Quienes laboran en el sector químico y alimentario han tenido que redoblar esfuerzos para abastecer sus productos durante esta crisis. Además de implementar medidas sanitarias para evitar la propagación del covid-19.
Sin embargo, la mayor parte de las empresas, continúa Larrea, tuvieron que cerrar sus puertas y no están trabajando. Esto traerá problemas económicos serios inmediatos en cuanto a empleo, ingresos y estabilidad financiera, asegura.
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) representan el 90% del tejido productivo. De las 1.350 firmas que forman parte solo de la Capeipi, cerca del 80% está sin operar.
Larrea calcula que un día de trabajo, solo de las pymes que son socias a la cámara, aportan con alrededor de $ 10 millones al PIB. “En consecuencia, esta paralización productiva tiene un efecto entre $ 7,5 millones a $ 8 millones diarios”.
Javier Wong, presidente del sector Metalmecánico del mismo gremio, asegura que el 95% de esta área está detenido. Muy pocas empresas dedicadas al mobiliario médico e infraestructura para la construcción están exportando porque cuentan con los permisos.
Según Wong, la mayoría de compañías tal vez se acojan a la jornada laboral suspendida, por lo que no pagarán el total del salario a su mano de obra, sino solo el proporcional a los días trabajados.
“El flujo de caja no nos da para pagar la totalidad en nómina y luego recuperarlo en los sábados subsiguientes, no es posible en nuestro sector”, explica Wong.
Agrega que un 10% de la mano de obra básica operativa del país está en el sector metalmecánico. Casi toda esta mano de obra está totalmente parada.
Por otro lado, aunque el sector alimenticio trabaja para cumplir con el abastecimiento de los productos de la canasta básica, también tienen algunas preocupaciones.
Alberto Pérez, presidente del sector Alimenticio de este gremio, considera que algunos productos primarios van a escasear en el corto plazo.
Varias comunidades no están abasteciendo porque bloquearon sus vías de acceso. Y del campo provienen muchas materias primas como leche, cereales, granos, harinas y productos frescos como verduras y hortalizas.
“Empresas exportadoras, como de brócoli y conservas, tienen complicaciones en abastecimiento de materia prima. Los más seguro es que tengamos una baja sensible en esos rubros”, dice Pérez.
Los sectores productivos analizan medidas para enfrentar este impacto económico. Wong cree que se deben sustituir las importaciones de todo producto que se pueda elaborar en Ecuador.
Larrea propone diferir los aportes patronales y laborales de la seguridad social por un tiempo para dar liquidez a los negocios en la crisis. Esto garantizaría incluso las plazas de empleo.
El 80% del agro está activo, pero hay pérdidas en ventas
La demanda local de productos del campo y el compromiso de las empresas y Gobierno de abastecer normalmente al mercado interno, mantienen activos los campos agrícolas del país.
El ministro de Agricultura, Xavier Lazo, en una rueda de prensa virtual de este miércoles, indicó que la demanda de productos como el limón y el jengibre ha despuntado en las últimas semanas.
De todas formas, por dificultades en el transporte y bajas en otros insumos, las ventas locales se han reducido por $ 47 millones aproximadamente.
Por el lado de las agroexportaciones, si bien estas continúan, ya se han perdido $ 163 millones, dijo Lazo. Uno de los sectores más afectados es el florícola, cuyas ventas se han reducido un 80%. El Ministro indicó que para este sector se analizan ayudas desde los ministerios de Trabajo y Producción.
La industria láctea abastece al mercado local
Las industrias lácteas también trabajan activamente para satisfacer la demanda de los consumidores. Rodrigo Gallegos, director ejecutivo del Centro de la Industria Láctea, indica que las empresas mantienen el volumen de compra en función del consumo. Además procesos como ordeño, producción y distribución no se han detenido durante la emergencia sanitaria.
Las afectaciones más grandes las viven aquellos que proveían de lácteos a hoteles, restaurantes y cafeterías que ahora permanecen cerrados. Sus ventas cayeron un 30% durante las primeras semanas de la crisis.
Sin embargo, este tipo de firmas optó por comercializar su leche a otras industrias para elaborar productos que no necesiten cadena de frío o “de larga vida” como leche en cartón o en polvo.
Gallegos añade que se apoyan en el programa gubernamental de entrega de canastas alimenticias y en la compra en supermercados.
Alberto Pérez, presidente del sector alimenticio de la Capeipi, señala que la demanda de lácteos aumentó entre un 40% y 50% los primeros días de la emergencia. Actualmente el alza es de alrededor del 15%.
Las compañías siguen estrictos protocolos sanitarios para mantener la inocuidad de sus productos. Pasteurizadora Quito, por ejemplo, aplica medidas sanitarias adicionales en toda su cadena productiva.
Esto incluye a los 100 distribuidores que ingresan a la planta cada día. La empresa además continúa recibiendo 250.000 litros de leche diarios para su industrialización. (I)