Para el ministro de Comercio Exterior e Inversiones, Pablo Campana, existen tres alternativas para atraer ingresos a la economía del país: más deuda, extractivismo o fomento al sector productivo.

Este lunes 4 de junio, Campana afirmó que el programa económico actual sigue el tercer camino. “Es momento de que el sector público y privado confiemos y traigamos capitales al Ecuador”, dijo el Ministro.

El Capítulo II del proyecto de Ley de Fomento Productivo que actualmente es analizado en la Asamblea Nacional, propone incentivos para la atracción de inversiones privadas que tendrán validez durante 24 meses y podrán ser prorrogados por el mismo tiempo vía decreto Ejecutivo.

“El Presidente ha optado por otorgar ciertos sacrificios fiscales para que ingresen capitales a la economía (durante los primeros dos años) al igual que lo ha hecho Uruguay, Chile o Perú. Una vez que se agarra viada, ya no será necesario otorgar beneficios tributarios”, explicó Campana.

De acuerdo con el proyecto de ley, las nuevas inversiones productivas en actividades prioritarias para el país y que estén fuera de Quito y Guayaquil, no pagarán el Impuesto a la Renta (IR) por 10 años, contados desde el primer año que se generen ingresos.

Las inversiones en las dos ciudades más importantes del país, gozarán de ocho años de exoneración; mientras que para las que se realicen en zonas fronterizas y en la región amazónica, el beneficio se extiende a 20 años.

El titular de Comercio Exterior aclaró que con estos incentivos “no están en riesgo los ingresos fiscales porque son para nuevas inversiones. Las existentes tendrán el beneficio sobre el IR proporcional a la inversión”.

La propuesta enviada por el Ejecutivo, en general, tiene buena aceptación entre los gremios empresariales.

Este lunes 4 de junio, ante la Comisión de Desarrollo Económico, el presidente de la Cámara de Comercio de Quito, Patricio Alarcón, indicó que el proyecto marca sendas para mejorar competitividad aunque las exoneraciones del IR deberían ampliarse a todos los sectores, incluyendo el comercio, y focalizarse luego de 24 meses.

Para Caterina Acosta, representante de la Cámara de Industrias de Guayaquil, la ley da señales de confianza. Destacó además el impulso a las Zonas Especiales de Desarrollo que “están estancadas por temas burocráticos”. El proyecto de ley propone 10 años de exoneración del IR para estas zonas. (I)