Una parte de la política económica que implementa el Gobierno Nacional es la Economía Popular y Solidaria, con el objetivo de apoyar los emprendimientos que se desarrollan en los sectores más pobres del país. Dentro de este sistema están las Finanzas Populares y Solidarias.

Desde que este sistema entró en vigencia, en 2009, se han obtenido buenos resultados dentro del trabajo que lleva adelante la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias (Conafips), entidad que en este año colocó alrededor de $ 400 millones en más de 400.000 emprendimientos, según el director de la entidad, Geovanny Cardoso.

El funcionario señaló que a través de estas estructuras de ahorro y crédito, se han financiado emprendimientos diversos de economía popular en parroquias pobres y con una participación de sectores excluidos, que son parte de sus mejores resultados.

Indicó que en el sector agropecuario se destina la mayor cantidad de recursos en los emprendimientos que se han desarrollado y ahora dan un valor agregado a los productos.

“Este es un proceso muy interesante, porque inicialmente el destino del recurso, esto es entre el 70 y 80%, era la producción agropecuaria como matriz primaria; ahora es del 50%, porque los procesos de transformación de valor van creciendo gradualmente. Esto es importante ya que hay una contribución en el propio cambio de su matriz productiva”, acotó Cardoso.

Además, resaltó el hecho de que la meta para este año está alcanzada, ya que se han colocado 15 millones de dólares mensuales para diversos emprendimientos. Para 2014 se prevé incrementar en 50% la meta mensual lograda en este año, “lo que implica también nuevos recursos de fondeo, de financiamiento gubernamental, internacional”, aseveró.

Cardoso aclaró que dentro de este tejido financiero hay más de 250 estructuras de ahorro y crédito con las que trabaja la corporación, organizaciones que, según él, tienen más de $ 500 millones de fondos disponibles depositados en el sistema financiero convencional. “Si logramos que esos recursos, mediante transaccionalidades retornen, generaremos un sistema financiero que permita su propio desarrollo”, dijo.

Sin embargo, reconoció que en esto hay un problema por superar, que es la confianza entre las organizaciones, “aunque se llamen cooperativas, toda vez que no cooperan, sino que compiten, y este es un proceso en el que se debería trabajar para romperlo”, sentenció el director de la Conafips.

El experto colombiano Juan Fernando Álvarez sostuvo que Ecuador avanzó mucho frente al reconocimiento institucional de las formas de economía popular y solidaria; sin embargo, dijo, aún hay bastante dispersión frente a la materia conceptual.

“Ligar organizaciones formales con organizaciones informales y exigirles formalidad a las mismas, puede generar algún tipo de problema frente a la identidad, a lo que en el país se denomina economía popular y solidaria. Hay que trabajar muy bien las organizaciones formales y evitar que a futuro se puedan presentar problemas”, sentenció.

Mientras que el experto de la Asociación Iberoamericana de Derecho Cooperativo, Mutual y de Economía Social y Solidaria de Argentina, Alberto García Muller, consideró que el sector al que deben dirigirse las cooperativas es al popular, el cual es un nicho de desarrollo. “Quizá el error de muchas cooperativas ha sido entrar en sectores de clase media, que no tienen los mismos valores y características que la otra población, y que el sector bancario los puede atender.

García enfatizó que lo que se busca es demostrar con datos cuáles son los beneficios que la Economía Popular y Solidaria ha dado a la población, puesto que al momento no están cuantificados, esto es, cuántas familias han logrado mejorar su situación de vida con préstamos de las cooperativas, vehículos que adquirieron, atenciones médicas que se lograron realizar, entre otros.

“No hemos mostrado nuestros resultados sociales y nos quieren valorar por los resultados económicos, significa que la gran parte de ganancias que se podría obtener se las reinvierte en dar servicios a la población”, aseveró.

Finalmente, dijo que en Ecuador se está visualizando a la Economía Popular y Solidaria, ya que hay un marco legal y constitucional y que la intención es la de desarrollar este sector. “Pienso que Ecuador está a la cabeza de América Latina al momento en este tema”, aseguró.

Datos

Hasta el pasado 23 de agosto se registraron 18.141 organizaciones de la Economía Popular y Solidaria en el país. De esta cifra, 947 son cooperativas de ahorro y crédito, las cuales manejan $ 6.206 millones en activos y tienen 4,9 millones de clientes.

En el país hay 2.879 asociaciones, cooperativas del sector real (productivas, comercio, transporte, etc.) 2.315, del sector financiero (captan y dan crédito) 947, y cajas y bancos comunales aproximadamente 12.000. De las 947 cooperativas de ahorro y crédito, 39 y una caja fueron traspasadas de la Superintendencia de Bancos y Seguros (SBS) a la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS).