Julian Assange, Chelsea Manning y Edward Snowden son los ‘Robin Hood’ del Internet, según explicaba Valeria Puga en marzo de 2014. Entre ellos aparecía un nuevo nombre al que Puga describe como el ‘Snowden de la Banca’, se trata de Hervé Falciani, quien en 2008 filtró una lista de 130 mil evasores fiscales del HSBC, a cuyo hecho en ese entonces poca o casi nula cobertura le dio la prensa.   

Fue solo hasta el domingo pasado cuando un consorcio de periodistas hizo pública la red de evasión de impuestos al fisco que tejía el HSBC, el segundo mayor banco del mundo. Ahora se habla de la lista Falciani, pero este informático nacido en Mónaco y con 42 años no quiere llamarla así.

Prefiere no dar nombres directos de los involucrados en las operaciones ocultas del HSBC. Dijo en su primera entrevista a diario ABC de España que “si se presentan nombres solo tiene sentido a veces, para los que se piensan en la impunidad total. Pero muchas veces utilizan testaferros, todo ese mecanismo complejo de la opacidad”.

En la entrevista, que se puede ver en el portal (http://www.eldiario.es/), Falciani cuenta que en 2008 la fusión de las 2 firmas de banca privada del HSBC lo motivó a hackear las cuentas de los clientes ‘cuestionables’.

“Algunas personas querían que se cambiara el banco para que fuera más seguro. Otros quisieron aprovechar este tiempo de transición para evitarlo. Fue gente como yo, que quería cambiar las cosas para que el banco fuera más seguro, más eficaz, pero respetando leyes, la que decidió ver cómo se podía colaborar con la justicia y las autoridades”.

El informático entrega un dato clave: la actuación en red. Lo que sucedió en el HSBC no es solo el resultado del trabajo de un cliente. “Las redes de personas son muy eficaces, dejan pocas huellas.

Al final, cada vez que un empresario o una persona necesita los servicios de un banco pasará a través de una persona o de un circuito de intermediarios”, dice Falciani, quien trabajó 10 años en el banco suizo y hoy vive bajo protección en España.