Con la presencia de expertos de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi) y de seis países latinoamericanos se inició ayer, en Guayaquil, un taller regional para dar seguimiento al ‘Proyecto de Mejoramiento de la Productividad y Competitividad de las Cadenas de Valor de la Pesca’, lanzado en 2015.

Entre los objetivos están intercambiar conocimientos en tecnologías en cultivo, procesamiento y comercialización del camarón; mejorar ingresos económicos y buscar la articulación entre los actores de la cadena de los países participantes: Ecuador, México, Nicaragua, Cuba, Colombia y República Dominicana.

Alejandro Rivera, oficial de programas de la División Latinoamérica de la Onudi, indicó que dichas naciones tienen un desarrollo diverso en camarón, siendo líderes en productividad Ecuador y México, pero registran aspectos por mejorar, como la eficiencia en el uso de los recursos y la sostenibilidad ambiental. Mientras que los otros países son mejores en términos de calidad o de inocuidad.  

“Con este proyecto hemos evaluado plantas, enfocándonos en la eficiencia en el uso de los recursos, como ahorro de energía, agua o productos químicos, que ayudan a mejorar la productividad”, señaló.

Para Javier Villavicencio, subsecretario de Agroindustria y Procesamiento Acuícola del Ministerio de Industrias, es importante levantar los nudos críticos en la cadena del camarón para identificarlos y resolver los problemas poco a poco.

Yahira Piedrahíta, directora de la Cámara Nacional de Acuacultura, dijo que mediante este plan se trabaja en eficiencia energética y uso responsable de los recursos. “A partir de esta información, Onudi pretende preparar un manual sobre el uso eficiente de recursos en la industria procesadora de camarón para que los demás países lo apliquen”, indicó Piedrahíta.

Para mayo de 2017, la Onudi prevé tomar otras acciones que financien todas las iniciativas que se identifiquen en los seis países a una mayor escala.

El proyecto regional, que está en una primera fase, comenzó con un capital semilla de 700.000 euros ($ 761.915), aportados por el fondo de Latinoamérica de la Onudi, y una contribución de $ 300.000 por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). (I)