Ecuador y la Unión Europea iniciaron este viernes el diálogo político en Bruselas en el cual el vicecanciller ecuatoriano Marco Albuja ha expuesto la intención de su Gobierno de avanzar en una relación “ganar-ganar” con el bloque Europeo.

“En el Ecuador se está viviendo una nueva etapa y lo que queremos es una relación con la Unión Europa consciente, de ganar-ganar, que podemos tener entre nuestro país y la Unión Europea”, expresó Albuja en Bruselas, lo que fue recogido por una delegación de su organismo gubernamental.

El pasado miércoles, el ministro ecuatoriano de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, alertaba a la Agencia Andes sobre dos reuniones que sostendrá su país con la Unión Europea, una política y una técnica, y que tienen la finalidad de solicitar el inicio de las negociaciones para un acuerdo comercial de desarrollo. Estas citas concluirán hacia mediados de julio.

Marco Albuja, quien representó al Ecuador en el inicio del diálogo político, insistió en el fortalecimiento de una relación caracterizada por el respeto mutuo, la soberanía y el entendimiento.

“Dialogaremos con pragmatismo, mente abierta, dignidad y soberanía, escucharemos pero también propondremos iniciativas en cada tema”, expresó.

“No hemos venido ni a recibir ni a dar cátedra, iniciaremos un diálogo propositivo y continuo”, afirmó.

De su parte, el Director Ejecutivo para las Américas de la Unión Europea, Christian Leffler, considera también la importancia de establecer un diálogo abierto y franco. “Debemos obtener mayor entendimiento para reducir la brecha y aumentar el respeto mutuo”, manifestó.

Las posibles negociaciones entre Ecuador y la Unión Europea se vieron fortalecidas luego de la visita que hiciera el mandatario izquierdista del Ecuador, Rafael Correa, a mediados de abril.

Estas negociaciones estuvieron algún tiempo en un compás de espera debido a que ambas partes no solventaban inconvenientes relacionados a la negativa del país suramericano de abrir el mercado sin ofrecer una protección a su sistema productivo, lo que en reiteradas ocasiones ha sido calificado por Rafael Correa como “bobo aperturismo”;  y a la incomprensión europea manifestada para ese punto en concreto.