Alivier le pone sabor a la pasta y el chocolate está incluido en la lista
Los colores son lo primero que llama la atención de las pastas Alivier. Hay moradas, anaranjadas, verdes y cafés. Se debe a los ingredientes que utiliza el emprendedor Santiago Velasco (30 años) para elaborarlas. Zanahoria, remolacha, espinaca, albahaca e incluso cacao fino de aroma son los componentes.
En la cuenta de Facebook de la marca, donde se promociona principalmente el emprendimiento, las fotografías de los productos tienen varios likes y comentarios positivos.
El perfil muestra imágenes de las recetas que se podrían preparar con las pastas y espaguetis artesanales Aliviar. Algunas fotografías, comenta Velasco, fueron hechas con ayuda de un amigo y son bastante profesionales, otras no pero igual le sirven para ilustrar el alcance del producto y captar la atención de los clientes.
Las ventas ahora se mueven también por redes sociales y los emprendedores intentan aprovecharlas. Velasco afirma que a su negocio le va bien. Resultado de eso es que cuando la marca nació, a finales de 2016, Velasco empezó la producción de pasta con una máquina artesanal y hoy tiene una más tecnificada.
A eso se suma que sigue diversificando su portafolio de productos. A partir de la cuarentena añadió a los seis sabores iniciales uno más: el de tomate, apio y limón. La pasta de chocolate recomienda consumirla con aderezo de dulce y con frutas. El afán de crear este sabor diferente fue aprovechar la materia prima que se encuentra en Ecuador.
Las ferias, su primer escalón Velasco creó la microempresa Aliviar para aplicar su carrera de Ingeniería en Alimentos y así adquirir experiencia en el campo industrial, además de encontrar otra forma de sustento.
Para empezar, recuerda el microempresario oriundo de Alangasí, parroquia del Valle de los Chillos, invirtió $ 80 en la compra de la primera máquina de producción y $ 150 aproximadamente en la materia prima. Su primera venta grande fue en la feria Texturas y Sabores organizada por Conquito en 2016. Vendió 150 unidades en un día.
Ahora su producto se encuentra en un punto de venta físico, se trata de la tienda Delifresh en la av. Ilaló. Espera, además, obtener el registro sanitario que está en trámite para empezar a ubicar uno de sus sabores en las perchas de otras tiendas y supermercados. Sus principales clientes son consumidores vegetarianos y veganos.
Ellos buscan alternativas saludables para alimentarse y las pastas de la marca no contienen estabilizantes ni colorantes, ni otras sustancias en su composición, pero es para toda clase de consumidor. Para fabricarlos, se abastece con vegetales cultivados en la zona de Alangasí.
Con ello quiere apoyar a los agricultores de la zona. Su objetivo cuando desarrolló las pastas fue también que aportaran al consumo de vegetales recomendado, sobre todo en los niños que a veces no los comen.
El desarrollo de las fórmulas le tomó alrededor de tres meses, entre prueba y error dice Velasco. (I)