Ecosistema
La agroecología es un impulso para el emprendimiento en las zonas rurales
El desarrollo basado en la protección del medio ambiente, la alimentación nutritiva y el cultivo de productos sustentables define a las comunidades de San José de Mashpi y Guayabillas, ubicadas en la parroquia Pacto, al noroccidente de Pichincha.
El proceso para llegar a este ecosistema es incentivado por las fundaciones Heifer Ecuador y Futuro, que juntas trabajan en la zona a través de talleres con los residentes para fomentar su crecimiento económico.
“La zona tiene potencial en producción agrícola, por lo que es necesario fortalecer los negocios rurales y así garantizarles un mercado fijo”, afirmó Rosa Rodríguez, directora de la Fundación Heifer.
Los talleres son conocidos como Escuela de Agroecología Saberes del Chocó Andino. “Es un proceso para que las fincas del sector mejoren su producción (basada en la nutrición), desarrollen su mercado y fomenten el turismo”, destaca la directora.
El objetivo es capacitar a 60 familias de las comunidades de Mashpi y Guayabillas en el proceso llamado transición agroecológica.
La intención es mejorar la economía campesina con la producción de alimentos saludables, fortaleciendo los emprendimientos y los canales de comercialización alternativos.
Los productos son varios, van desde la yuca, hasta el cacao, el guineo, el plátano verde, entre otros. “Hay que producir pensando en el mercado para que con el tiempo genere ingresos en distintos campos”.
La importancia del proyecto también radica en que se encuentra en la biósfera del Chocó Andino, una de las zonas más biodiversas del mundo.
“Trabajamos en el cambio climático, pero también en la cultura de sostenibilidad; tenemos un año en la zona, pero en la reserva 20”, afirmó Carolina Proaño, directora de Fundación Futuro. Por ello, ambas entidades colaboran para fomentar la producción sostenible en el sector.
Para la directora de la Fundación Futuro el objetivo es “contribuir a que los productores agropecuarios emprendan una transición agroecológica que diversifique su producción y, además, que fortalezca las oportunidades comerciales”.
En la comunidad de San José de Mashpi existen ya 4 fincas agroecológicas que llevan entre 3 y 10 años de esta práctica: Yakunina, Pambiliño, Chontaloma y MashpiShungo. Esta última cultiva el cacao con el que se produce el chocolate artesanal Mashpi, comercializado en diferentes tiendas orgánicas de Quito.
Alejandro Solano, de la finca MashpiShungo, señala que el cacao nacional es un patrimonio biocultural, por lo que decidieron lanzar un producto diferenciado.
La experiencia de estas fincas, conocidas también como “Fincas Faro”, demuestra que es posible alcanzar una producción rentable agrícola y pecuaria.
El objetivo además apunta a reproducir los conocimientos recibidos en la Escuela Agroecológica hacia otras familias vecinas, triplicando el número de fincas con un enfoque productivo y sustentable. (I)
ALGO MÁS
El Chocó Andino fue declarado por la Unesco como reserva de biosfera, que promueve en el territorio la conservación, investigación y uso sostenible de los recursos.
La agroecología es una alternativa viable a la producción agrícola industrial. Se basa en las relaciones y ciclos ecológicos para evitar el uso de agroquímicos.
Fundación Futuro basa su plan de trabajo en la conservación y el manejo sostenible del Chocó Andino.
Fundación Heifer Ecuador trabaja con familias de los sectores rurales en la perspectiva de la equidad. Apoya los emprendimientos que generen autonomía.
DATOS
60 familias son parte del plan de capacitación en la Escuela Agroecológica de Saberes.
4 fincas de Mashpi aplican la agroecología en sus procesos de cultivo en sus productos.
286 mil hectáreas de extensión tiene la zona del Chocó Andino.