La semana pasada, en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), se realizó el foro Realidad y Perspectivas del IESS. Allí, Carmen Corral, exintendenta de Seguridad Social; Jorge Madera, exdirector del IESS, y José Ibarra, catedrático universitario, propusieron varios temas de debate y alternativas.

Madera expresó que el sistema de seguridad social tiene como función proteger a los ciudadanos durante todo su ciclo de vida. Esto implica que el sistema debe estar preparado para responder a 10 contingencias establecidas en la Constitución: enfermedad, maternidad, riesgos de trabajo, cesantía, vejez, discapacidad, invalidez, muerte, paternidad y desempleo.

Para cumplir con estos mandatos, el seguro “debe ser económicamente sustentable y administrativamente eficiente”, puntualizó.

A criterio de Madera, una de las debilidades del IESS es su deficiente control. Comentó que antes existía una comisión técnica de inversiones que vigilaba 2 veces al día el movimiento económico. Como efecto de esto, ese fondo ascendió a $ 300 millones en 2002, a $ 2.640 millones en 2009 y a $9.000 millones en 2015. “Ahora no sabemos qué pasa con el Biess”, dijo.

Por su parte, Carmen Corral opinó que la Ley de Seguridad Social de 2001 incluyó conceptos importantes como la separación de los seguros. “Cuando todos los seguros estaban dentro de una misma bolsa era imposible determinar su financiamiento”. También se refirió a la resolución 501 que hace un cambio en la tasa de aportes por un período de 4 años: el 9,74% que iba al fondo de pensiones se redujo al 5,86% y el  fondo de salud, que era de 5,71%, subió a 9,94%. Para Corral esta decisión “no soluciona los problemas de los 2 fondos”.

José Ibarra mencionó que, según un estudio elaborado en 2010, el IESS tendría un déficit actuarial de $ 70.000 millones. Entre las alternativas para reformar el sistema de seguridad social, el catedrático propuso la creación de cuentas híbridas que combinen un fondo común o solidario con cuentas individuales. (I)