Antes de finalizar este año entrarían en operaciones, de manera oficial, dos de los cinco grandes puertos pesqueros artesanales que construye el Gobierno  en varios sectores del perfil costero del país.

Dichas infraestructuras marítimas son la de Anconcito, en la provincia de Santa Elena; y la de San Mateo, en Manabí.

En septiembre pasado, durante el Foro Nacional de la Revolución del Mar, que se desarrolló en Guayaquil, Guillermo Morán, viceministro de Acuacultura y Pesca, mencionó que el muelle de Anconcito se entregaría entre finales de noviembre o inicio de diciembre de este año, mientras que el de San Mateo estaría listo para diciembre, según una estimación del Instituto de Contratación de Obras (ICO), empresa encargada de la construcción de los terminales.

Con respecto a los puertos artesanales de Esmeraldas y Jaramijó, estos se entregarían en enero y marzo de 2014, respectivamente.

Una vez finalizada la construcción de cada muelle, pasarían bajo la administración de Infraestructuras Pesqueras del Ecuador Empresa Pública (Ipeep).

Julio Álvarez, gerente general de Ipeep, expresó que estas obras serán “centros de servicios integrales para el pescador, donde estarán presentes las diferentes instituciones públicas que tienen relación con el sector, como la Subsecretaría de Pesca”.

A decir de la Ipeep, estas infraestructuras tienen como finalidad primordial implementar, administrar y definir los modelos de gestión de las facilidades pesqueras asignadas y con el involucramiento efectivo de quienes laboran en el sector pesquero artesanal.

Otro de los objetivos de la empresa pública es mejorar la calidad y acceso a los servicios de abastecimiento de insumos, contribuir con el desarrollo económico de la comunidad y mejorar la productividad y condiciones de trabajo de los pescadores artesanales.

Infraestructuras Pesqueras detalló que dichas terminales contarán con servicios directos de pesaje, eviscerado, chimbuzo, hielo, locales comerciales, parqueaderos, acoderamiento de fibras y nodrizas y otros.
Entre otros  servicios, están contemplados: baterías sanitarias, consultorio médico y sala de capacitaciones.

El Viceministro mencionó que antes de finalizar el actual Gobierno estarán construidos 27 muelles pesqueros (5 grandes, 12 medianos y 10 pequeños), ubicados estratégicamente a lo largo del perfil costanero del país. La inversión para estas obras es de entre 120 y 130 millones de dólares, agregó Morán.

Se estima que alrededor de 18.000 pescadores del Litoral se beneficiarán con estos trabajos, con el mejoramiento y fortalecimiento de su actividad.

San Mateo

Mauro Reyes, administrador del puerto artesanal, turístico y pesquero de la caleta de San Mateo, señaló que la infraestructura contará con un atracadero flotante para descargar o vituallar (abastecimiento), un muelle nodriza para recibir a los barcos más grandes como los chinchorreros (pesca blanca), una gasolinera para abastecer las embarcaciones, un taller de mantenimiento (motores, pintura y reciclaje), planta de tratamiento de aguas y desechos, entre otros. Recalcó que hay un convenio con Petrocomercial para que ellos vendan el producto en el puerto pesquero.

“El puerto tendrá unas bodegas de mantenimiento, donde el pescador ya no necesita vender enseguida el pescado y recibir un bajo precio de parte de los mayoristas. Lo va a  tener algunos días hasta que el precio se regule con mejores ganancias”, dijo Reyes.

Las 27 infraestructuras pesqueras operarán las 24 horas del día.

Los más de 7.000 habitantes de la caleta de San Mateo “se frotan las manos” a la espera de la apertura del puerto pesquero, que estiman que sacará de la pobreza al sector. En la comuna hay aproximadamente 600 embarcaciones artesanales.  

Aracely Biler, presidenta del Comité Pro Construcción del Puerto Pesquero San Mateo, indicó que con esta obra la población no estará esperanzada solamente a la pesca, sino que se abrirían otras oportunidades, una de ellas el  turismo. “Con la estructura también se abrirán fuentes de trabajo, ya que en la parte administrativa van a laborar los comuneros”, aseguró Biler.

Gonzalo Conforme, pescador de la localidad, aseveró que entre enero y marzo de cada año el mar se pone “picado” y las embarcaciones no pueden descargar los recursos que capturan y algunas hasta se dañan por el fuerte oleaje. “Esta obra será muy importante, cambiará nuestra forma de vida, aliviará el trabajo y nos permitirá vender nuestros productos a un precio justo”, anotó.