La definición de la Copa del Rey, que se disputará mañana (15:00), tiene en vilo a todos los españoles, pero no sólo porque se enfrentarán dos de los grandes equipos del fútbol español, como el Barcelona y el Athletic de Bilbao, sino porque se espera una nueva silbatina contra el himno y la familia real por parte de los hinchas independentistas vascos y catalanes.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ratificó ayer sus palabras sobre la posibilidad de suspender la final, si se produce una pitada.

“Los ultrajes a la bandera o al himno son delito en el Código Penal. No se deben consentir y por lo tanto mi opinión es que el partido se debe suspender y celebrarse a puerta cerrada en otro lugar”, manifestó Aguirre, en una entrevista para una radio local.

Ya en el 2009 se produjo un gran revuelo en el país europeo por los silbidos y abucheos, por parte de las dos hinchadas en la final de la Copa, al rey Juan Carlos.

Gerard Piqué se mostró algo molesto por las declaraciones de Aguirre: “Esto es fútbol. La gente que se dedica a ciertas cosas debería preocuparse por esas cosas”.