La velocidad de estos autos no debe exceder los 100 kilómetros por hora
Los buggies son la atracción del rally de Santo Domingo (GALERÍA)
Los buggies no pasan de moda y en Santo Domingo los amantes de este modelo de auto encontraron un espacio para competir: el Campeonato Provincial de Rally de Santo Domingo de los Tsáchilas que organiza el Carranco Racing Club.
Llamativos, como siempre, los pequeños vehículos tubulares fueron incluidos por segundo año consecutivo en este certamen, cuyo reglamento y sedes no están oficialmente definidos.
La primera válida, corrida el último 6 de abril, contó con 8 coches. Para la segunda, cuyas emociones se vivirán el 31 de este mes, se espera una mayor presencia. En 2013 se registró la inscripción de 10 carros en esta categoría.
Gleiston Guamán, presidente del Carranco Racing Club y titular de la Comisión Nacional de 4x4 en la Federación Ecuatoriana de Automovilismo y Kartismo (Fedak), considera que la acogida del público a esta división dentro del certamen de rally es positiva. Y es que muchos todavía los ven como autos de ‘juguete’ para personas adultas.
La primera fecha de la justa, de las 5 programadas, se realizó en un circuito cerrado de 2.000 metros, en el que los timoneles dieron 10 giros, 5 por cada una de las 2 mangas establecidas. El trazado se diseñó en el barrio El Dorado.
En esta carrera los pilotos de Pichincha demostraron supremacía, sus tripulaciones coparon las gradas del podio. El primer puesto le correspondió a Pablo Betancourt, el segundo a Pablo Boada y el tercero a Pablo Uzcátegui.
Para la segunda jornada los organizadores aspiran a propiciar un rally en ruta abierta. Falta por resolver la distancia y los lugares de salida y llegada.
Afición
Desde que el californiano Bruce Meyer diseñó el primer buggy en la década del 50, la construcción de estos pequeños bólidos no se detiene. Aunque con características básicas similares, cada exponente busca darle un toque especial a su carro.
Según Pablo Betancourt, los coches tubulares, a más de ser espectaculares en las lides y estéticos a la vista, deben tener sistemas de seguridad eficientes, que garanticen la integridad de los tripulantes.
La estabilidad al correr es una prioridad. Por tal motivo, al motor se lo ubica en la parte trasera de la cabina, lo que ayuda a que la máquina tenga mayor tracción en las superficies irregulares. No se puede omitir la instalación de un dispositivo cortacorrientes y el uso de redes en las ventanas. Con el primero, al detener el paso de la corriente que va hacia la bomba de combustible, se reducen los riesgos de un eventual incendio.
Portar un extintor, una caja completa de herramientas y cascos homologados son otras medidas necesarias, pues en caso de un accidente son el piloto y el copiloto los responsables de arreglar el coche.
Respecto al motor, es preferible montar uno de cilindrada inferior a los 1.500 centímetros cúbicos (cc), ya que son vehículos pequeños y su velocidad no debe exceder los 100 kilómetros por hora.
Al responder sobre la inversión en el armaje de un ‘arenero’, Betancourt manifiesta que oscila entre los 8.000 y 9.000 dólares, incluidos 1.100 dólares para un juego de llantas.
Otras categorías
El Campeonato Provincial de Rally de Santo Domingo de los Tsáchilas incluye series para automóviles de hasta 1.150 cc, de 1.151 a 1.400 cc, 1.401 a 1.600 y una categoría exclusiva para camionetas.
El líder en la clase de hasta 1.150 cc es Hugo Martínez de la escudería Carranco Racing Club; en la de 1.151 a 1.400 cc el primer lugar es de Fabricio Andino (Cotopaxi).
En la división de 1.401 a 1.600 cc el dueño de la punta es Marcelo Vallejo, mientras en camionetas domina Patricio Espinoza (Carranco Racing Club).
Participan exponentes locales, de Pichincha, Manabí, Esmeraldas, Cotopaxi y Tungurahua.
DATOS
Los buggies se crearon como vehículos de playa, por lo que también se les conoce como ‘areneros’.
Estos vehículos son de índole ‘casera’. En la década del 50 se los ligó fuertemente con los surfistas, ya que estos los utilizaban para llegar a la playa.
Se caracteriza por tener carrocería sin techo rígido, chasis ligero y ruedas grandes. Se los ha utilizado en lides como el Rally Dakar.
Los primeros fueron construidos en la base del Wolkswagen Escarabajo (Pichirilo). De ahí deriva su nombre, pues bicho en inglés se dice bug. Buggy es un diminutivo.