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La pasión por la lucha libre los ha llevado al cuadrilátero

La pasión por la lucha libre los ha llevado al cuadrilátero
01 de enero de 2012 - 00:00

Son las 16:00 de un día cualquiera. Su rutina y vida diaria toman un giro de 180 grados. A un lado quedan el mandil, jeans y zapatos deportivos que utiliza Rubén Mackay en las clases de medicina veterinaria, para dar paso a una máscara negra  -que cubre completamente su cara-, una licra blanca y unas largas botas negras que dan vida al Darkness Knight, uno de los personajes más temidos en el mundo de la lucha libre.

Mackay en la vida real tiene una  voz suave y pausada, que contrasta con la personalidad que muestra dentro del cuadrilátero. Explosivo, agresivo y con muy mal temperamento, así se define Darkness Knight, cuando tiene que enfrentar a cualquier adversario.  

“Darkness Knight es el más rudo acá. Nadie lo ha derrotado hasta ahora y el que no esté de acuerdo, que se pare en el ring para contrarrestar lo que digo”, manifiesta el personaje, desafiando al resto de luchadores que están a un costado del ring, que se encuentra en la parte trasera del estadio Alberto Spencer.

Luego de despojarse de su máscara, Darkness Knight “desaparece” y Rubén Mackay se hace cargo de la conversación. El futuro veterinario comentó que él y otras 24 personas más forman parte del grupo CELL (Consejo Nacional de Lucha Libre), que tiene como sede principal  Guayaquil y que se dedica a la integración y formación de las personas apasionadas a este deporte.

01-01-12-lucha-libre-02Mackay expresó que la idea de crear este grupo nació de Christian Miranda, un aficionado a “muerte” de la lucha libre, debido a que en el país casi nadie practicaba este tipo de deporte extremo.

“Este grupo ya tiene más de diez años, de a poco nos fuimos uniendo, conociendo; antes eran dos o tres personas que se reunían para practicarlo, pero luego la voz se corrió y llegaron otros que quisieron incursionar en esta actividad”, dice.

El luchador sostiene que pese a que en la actualidad son  25 personas las que integran este grupo, los miembros de CELL anhelan reclutar a más jóvenes que se sientan atraídos por la lucha libre. “Nosotros esperamos aumentar el grupo, masificar este deporte, hacer algo parecido como lo hay en México, donde existen escuelas de lucha libre”.

Asimismo, Mackay comenta que todas las personas que se han unido a CELL lo han hecho por las convocatorias realizadas mediante las diferentes redes sociales, como Facebook y Twitter, o por alguien que es parte de este grupo y corrió la voz.

El luchador agrega que los que recién incursionan en este deporte reciben instrucción por parte de las personas que tienen más tiempo practicándolo, pues muchos de miembros del grupo tienen formación en algún tipo de artes marciales.

“A los novatos no se los ‘lanza’ desde el primer día al cuadrilátero. Los que recién se unen a nosotros se capacitan con los que sabemos un poco más y luego de varias semanas tienen actividad en el ring”, afirmó.

John Chávez, de 20 años, es otro de los integrantes de CELL. El luchador, más conocido como “Castigador”, aseguró que su afición por este deporte nació desde que era un niño, pues veía mucho las luchas de la WWF.

“Mi amor por este deporte nació luego de ver un día pelear a Hulk Hogan. Él fue mi inspiración y siempre con mis primos o amigos de la escuela jugábamos a las luchas. Ahora practico este deporte de una manera más seria, pues haber encontrado este grupo ha sido lo mejor que me ha podido pasar”, expresó.

El “Castigador” acotó que la finalidad de CELL es poder darse a conocer en todo el país, para así tener una liga nacional de lucha libre. “En México este deporte es muy practicado. Allá son profesionales y esperamos hacer lo mismo acá. Aunque para llegar a ello falte mucho, vamos de poco a poco dando espectáculos en varias ciudades”.

El luchador comentó que lo que más le agrada cuando está en el cuadrilátero es someter a su adversario con una llave extranguladora o derribarlo con una patada voladora. “A todos mis contrincantes los someto con mis llaves. Nadie se puede escapar cuando los agarro por el cuello o los dejo K.O. cuando los golpeo en el aire”.

A Jhonatan Navarrete las patadas de Hulk Hogan, las voladas de The Undertaker o simplemente la versatilidad sobre el ring de Chris Jericho, son lo que llevaron al luchador de 16 años a inmiscuirse en este deporte.

Navarrete, representa a “Danger Bulldog” cuando está  en el cuadrilátero. El luchador afirma que es uno de los más jóvenes de CELL y un futuro campeón de lucha libre. “Pese a que soy el más pelado acá (16 años), soy el que mejor pelea, ja, ja, ja. Este año no me llevé el título porque me uní tarde a CELL, pero el próximo año ese cinturón será mío”.

Danger Bulldog, afirma que antes de practicar esta actividad, estaba metido en un curso de karate. El conocimiento del arte marcial le ha servido para poder luchar contra sus adversarios. “Esto de la lucha libre ha sido mi pasión desde cuando tenía 5 años. Pasé mucho tiempo en cursos de karate, pero cuando me enteré de que existía este grupo, no dudé en integrarme”.

El luchador comenta que este es mes  de para, pues en enero del 2012 inician con la actividad, lo tomará para recuperarse de una lesión que tiene en la rodilla derecha. Contó que la dolencia se produjo luego de una fallida volada desde las cuerdas.

“Estaba luchando contra Darkness Knight y cuando intenté saltar sobre él, caí mal y la parte más afectada fue la rodilla. Ya el dolor pasó, pero aún siento una pequeña molestia”.

Las lesiones, fracturas y moretones son normales entre los luchadores. Navarrete comentó que alguno de los integrantes de CELL estudian medicina,  y cada vez que alguien se lesiona, ellos mismos los atienden. “No tenemos a un doctor o algo, porque acá entre nosotros nos recetamos”.

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