La antorcha olímpica viajó este martes en metro por la zona de Wimbledon, al suroeste de Londres, cuando solo faltan tres días para que den comienzo en la capital británica los trigésimos Juegos Olímpicos de la era moderna.

En su 67 día de recorrido por el Reino Unido, la llama viajó en un metro decorado con los anillos olímpicos desde la estación de Wimbledon hasta la de Wimbledon Park para seguir después su ruta por las calles del oeste de Londres.

Tras visitar el All England Club durante la jornada de ayer, la antorcha pasó hoy por Richmond, el mayor parque urbano de Europa, con 955 hectáreas, y por el Jardín Botánico Kew Gardens, donde unos aros olímpicos gigantes hechos con flores dan la bienvenida a los aviones que aterrizan en el cercano aeropuerto de Heathrow.

El remero británico James Cracknell, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sídney y Atenas, fue el primer relevista del cuarto día de ruta por la capital británica, cuyas calles cada día se llenan con más gente para recibir a la antorcha.

Aún así, el interés que ha despertado la llama en Londres todavía es inferior al que generó durante su recorrido por el resto del Reino Unido, donde miles de personas salían diariamente a la calle con banderas británicas para animar a los más de 8.000 relevistas que han portado el fuego sagrado.

Mañana, la antorcha partirá hacia el norte de Londres para visitar el estadio de Wembley, sede de algunos de los partidos del fútbol olímpico, y culminar su ruta en el Alexandra Palace, desde donde se puede observar una amplia panorámica de la ciudad.

El jueves se prevé la jornada más multitudinaria en la capital británica ya que la llama sagrada recorrerá algunos de los puntos más turísticos de la ciudad como Camden, Hyde Park, la plaza Trafalgar, la calle Oxford o Westminster.

Finalmente, el viernes por la mañana una barcaza de madera transportará la antorcha a lo largo de un tramo del río Támesis y el fuego olímpico llegará por la noche, puntual para la ceremonia de inauguración diseñada por el cineasta británico Daniel Boyle, al Estadio Olímpico de Stratford, al este de la capital.