El nadador ecuatoriano Iván Enderica llegó ayer a Guayaquil, tras su destacada actuación en el Sudamericano de Aguas Abiertas en Brasil, donde se adjudicó las dos preseas de oro en la categoría de 5 y 10 kilómetros.

El primo de Santiago y Esteban Enderica Ochoa, pisó suelo “tricolor” e inmediatamente se sintió “como en casa”, cuando cientos de personas que se encontraban en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo se aglomeraron para saber quién era la persona a la que los flashes de las cámaras  acosaban en la sala de  arribo  internacional.         

“¿Quién es, a qué equipo viene?”, preguntó un señor. “No, no es futbolista, es nadador”, le respondió un dirigente de la Federación Ecuatoriana de este deporte (FENA), que acudió a la terminal aérea para recibir formalmente a la delegación “tricolor”, encabezada por el medallista.

Pues no solo llegó Iván, también arribaron  su hermano Santiago y los azuayos Miguel Armijos, Katia Barros y Nathaly Caldas. Esta última, acreedora de dos preseas de bronce en  5 y 10 km. 

Todos recibieron un globo de bienvenida y una caja de chocolates por parte de la FENA. “Bien, estos dulces caen en el momento justo”, dijo David Martínez, “coach” del conjunto nacional que compitió en Brasil.   

“Realmente me siento feliz al  ver que se nos está reconociendo por el esfuerzo realizado. La gente nos está conociendo y eso es motivante”, indicó Iván, quien obtuvo su séptimo título sudamericano en 3 años.  

Para Iván Enderica, la prueba en tierras “auriverdes” fue una “etapa de preparación” más en su historial. El nadador precisó que, de todas formas, el mejor momento fue cuando se sintió “orgulloso” de oír, en dos ocasiones, las notas del Himno Nacional en el podio, al recibir las medallas de oro.

“Estar en Brasil, por encima de dos atletas de allá en la prueba de 10 km y un local y otro paraguayo en los 5 k, es algo que jamás olvidaré en mi vida”, acotó el nadador azuayo. 

Sobre el ambiente en que nadó, el deportista de 20 años señaló que “fue una prueba exigente en la que me tocó nadar contra la corriente, pero es más, me sirvió para seguir preparándome con miras al clasificatorio Pre-Olímpico de  Portugal, en junio próximo”.

Caldas, por su parte, también  mostró orgullosa sus preseas; sin embargo, no se vio del todo contenta con su rendimiento. A su juicio, debe “mejorar en varios aspectos”.

“Tendré que trabajar a doble jornada.  De haber rematado mejor en los últimos metros, creo que me hubiese colgado las de plata. Pero bueno, esto sigue y hay que entrenar”, apuntó Nathaly, quien practica en la piscina de los Enderica. Iván, por su parte, lo hace en la piscina olímpica de la Federación Deportiva del Azuay.