Totalmente enfocado en su preparación para afrontar los primeros Juegos Olímpicos de su carrera se encuentra Byron Guamá De la Cruz, el único ciclista ecuatoriano clasificado para la cita de Londres, entre julio y agosto de este año.   

“Deseo hacer mi mejor esfuerzo en el evento deportivo mundial. Anhelo cumplir con excelencia por el bien del país”, afirma el pedalista, quien tuvo un paso fugaz por Quito para intervenir en la Vuelta a la Sierra, evento en el cual  se coronó como campeón en la categoría élite.

Hizo un alto en su preparación en suelo “cafetero” para asistir a la prueba ecuatoriana y así solidarizarse con su colega de profesión Salomé Reyes, quien falleció el 28 de abril tras ser atropellada por un autobús en el sector de Cumbayá, oriente de la capital.       

“Es lamentable que los choferes no respeten a los ciclistas y manejen a toda prisa. Debe existir mayor consideración por la vida”.  

Sus entrenamientos los cumple  íntegramente en suelo colombiano porque forma parte del equipo Movistar de ese país. Gracias a ello y a sus ahorros puede solventar el déficit monetario que mantiene el Ministerio del Deporte con él, debido al problema con el Comité Olímpico Ecuatoriano (COE).

Inicialmente se acordó una beca  mensual de 800 dólares, más vitaminas y alimentación, pero esos ingresos están atrasados. Solo los recibió hasta febrero.

“Lastimosamente, el desacuerdo que existe entre los organismos del deporte nos tiene en serios aprietos porque no hay  asignaciones puntuales y eso nos obliga a recurrir a nuestros bolsillos y así  parar nuestro entrenamiento”, dijo aún sin saber que ambos entes ya han llegado a un “preacuerdo”.

Además, le asustaba el hecho que de haber seguido esa pugna,  la delegación ecuatoriana pudiera desfilar con uniforme del Comité Olímpico Internacional (COI) y no con el “tricolor”, pues quería que “mi primera representación fuera vistiendo los colores de mi país”.

Previamente  a la participación en Inglaterra, el pedalista intervendrá en las vueltas  a Colombia, que se desarrollará del 20 al 24 de junio.  En julio viajará a Europa a completar su última fase de preparación. Al momento asegura estar en un 80% de su nivel, mas espera alcanzar la excelencia.

“En estos dos meses restantes tengo que acelerar mi trabajo y llegar en plenitud de condiciones a la cita más importante de mi carrer, los Juegos Olímpicos”.

El mayor inconveniente del carchense es separarse de su familia y en especial de sus pequeños: Daniela, de 4 años, y Matías, de 8 meses, quienes residen con su madre Alejandra Reyes, en Carchi.

“Es muy duro apartarse de los seres queridos, pero sabemos que ese es el precio a pagar por cumplir con las metas. El sacrificio en mi caso vale la pena, porque puedo solventar mi profesión y también mi  hogar. Si me hubiese quedado en Ecuador las cosas serían más complicadas, pues con el respaldo estatal no alcanza”.

El carchense se inició en esta disciplina a los 9 años y ha sido múltiple campeón en territorio ecuatoriano. Byron reconoce que el ciclismo es un deporte oneroso y por eso es necesario el apoyo de la empresa privada. Necesita de dos bicicletas, una para entrenar y otra para la competencia.

Cada una por ser de carbono junto a los accesorios para pedalear alcanza un costo de 10.000 dólares y tiene una vida útil de aproximadamente  12 meses. 

A más de ello, el casco de fabricación española, cuya duración depende del cuidado, alcanza los 250 dólares, las gafas 150 y similar valor el traje.

Los zapatos, que deben ser especiales, llegan a los 450 y necesita  mínimo dos por cualquier eventualidad en una prueba. “Esos valores  no puedo costearlos solo. Necesita ayuda para surgir en este deporte”, asegura el deportista. (VNH)