Llegó el 7 de noviembre de 1986 a un club inmerso en graves problemas de disciplina. El Manchester United pasaba una etapa de sequía y los dirigentes apostaron por un cambio en la dirección técnica.

Sin embargo, nunca imaginaron que el giro que este hombre le dio al club repercutiría no solo en Inglaterra, sino también en Europa.

Alex Ferguson, con 41 años en esos momentos, se convertía en el nuevo estratega de los “diablos rojos”. Antes había dirigido en su país natal, Escocia, a los clubes Saint Mirren y Aberdeen, donde obtuvo nueve  títulos.

La contratación de Ferguson trajo consigo una etapa de “limpieza” dentro del United. Los escándalos por alcoholismo y por jugadores que no llegaban a los entrenamientos fueron los primeros objetivos a resolver para el nuevo técnico.

La disciplina que comenzó a imponer el estratega escocés lo llevó a recorrer bares y fiestas privadas para impedir que sus jugadores se emborracharan y llegaran en mal estado al siguiente entrenamiento... si es que llegaban. La figura de director técnico era mezclada con funciones de jefe de seguridad, enfermero y confidente.

Martin Edwards, presidente de los “diablos rojos” en los primeros años en que Ferguson estuvo a cargo del club, aseguró que nunca se pensó despedir al entrenador escocés, a pesar de que los títulos no llegaban y  la hinchada no soportaba más espera. En Old Trafford, en esa época, aparecieron pancartas con frases  como  “Tres años de excusas y esto es todavía es una basura”.  

Pasaron 4 años para que Ferguson consiguiera su primer título, la Copa de la Federación Inglesa. Entonces, la “limpieza” que realizó dentro del club, separando a los jugadores que no se ajustaron a su disciplina, comenzó a dar los primeros frutos.

Así mismo, el trabajo con las divisiones menores y la identificación de futbolistas de otros clubes fueron las acciones destacadas que los directivos del club vieron en el técnico que ya llevaba algunos años al frente del equipo de Manchester.  

Las grandes contrataciones que se dieron fueron las de Eric Cantona (comprado por menos de dos millones de dólares al Leeds), Peter Schmeichel, que llegó del Brondby IF de Dinamarca (menos de un millón), entre otros.  

De la misma manera fue el responsable del descubrimiento de Ryan Giggs, considerado como el mejor “proyecto” del fútbol británico de todos los tiempos.

En 1993 llegó la primera Liga Premier y la Community Shield y con ello el impulso para que durante 20 años los “diablos rojos” mantuvieran la hegemonía europea.

Durante este período,  Ferguson contó con la notable aparición de Eric Cantona en la ofensiva del Manchester United, quien quedó goleador en varias ocasiones.

Pero el equipo de Ferguson bajó su rendimiento a raíz de la sanción de Cantona por atacar a un hincha. A finales de 1995 la prensa británica criticó fuertemente al técnico escocés, quien autorizó la venta de 3 “estrellas” del equipo. El adiestrador justificó la salida de los jugadores porque consideró que era el momento de incluir en el primer equipo a jugadores de la cantera.

Ellos fueron Gary Neville, Phil Neville, Wes Brown, Ryan Giggs, David Beckham, Paul Scholes y Nicky Butt. Los “novatos de Fergie”, como fueron calificados, empezaron el año (1996) perdiendo y la prensa atacó otra vez al técnico, asegurando que “con niños no se puede ganar ningún torneo”.

Pero esos “novatos”, de la mano de Alex, desarrollaron un sistema más vistoso y lograron 6 victorias de forma consecutiva en la Liga Premier. Al final de temporada se alzaron con la copa de la Liga y llegaron a semifinales de la Champions.

Ferguson impuso un nuevo estilo de juego y en 1999 consiguió 3 copas, la Liga Premier, la Champions League y la Copa Intecontinental.

Esta misma temporada la reina Isabel II lo nombró “Caballero”  en reconocimiento a su contribución al mundo del fútbol. De allí en adelante se lo conoció como Sir Alex. Los resultados no se hicieron esperar. En resumen: con el Manchester United ganó 38 títulos en 26 años de gestión.

La personalidad de Sir Alex lo llevó a ser conocido entre sus jugadores como el “Secador de pelo”, porque 10 minutos del técnico gritándoles a la cara tienen el mismo efecto que el artefacto eléctrico. Muchas veces criticado por su mal humor y de carácter autoritario, Ferguson es considerado como el director técnico de mayor éxito a nivel mundial.

Su sorpresivo retiro como entrenador del Manchester United, a los 71 años, deja un vacío que será difícil de llenar para cualquier técnico que llegue, por muy laureado y experimentado que sea.

MOYES TOMA VENTAJA SOBRE MOURINHO PARA SUCEDER A SIR ALEX

Luego de 27 años, ante la salida de Sir Alex Ferguson, los directivos del Manchester United tendrán que buscar un nuevo director técnico.

Varios nombres se han mencionado, entre ellos el de José Mourinho, al que, según una encuesta de The Telegraph, un 41% de la afición lo quiere como sustituto de Ferguson. Pero finalmente el escocés David Moyes, actual entrenador del Everton desde 2002, sería el elegido.

Moyes se retiró del fútbol (como jugador) en 1999 y empezó su carrera como entrenador en el Preston North End hasta 2002. El mismo año llegó al Everton inglés y durante su trayectoria ha tenido temporadas brillantes.

En la temporada 2004-2005 descubrió a Wayne Rooney y llevó a su equipo a la cuarta posición, obtuvo la clasificación para la Champions League y, además, recibió el título de “Entrenador del año”. Moyes, de 50 años, ha mantenido al Everton siempre entre los primeros 10 puestos de la Premier League.