Antonio Valencia observó desde la banca el desarrollo del partido entre su equipo, el Manchester United, y el Manchester City.

El entrenador Alex Ferguson se decidió por incluir al portugués Nani en lugar del ecuatoriano, pero el europeo no fue un mayor aporte en la primera etapa del partido.   

En el estadio Etihad, el local se hizo muy fuerte desde el inicio y dominó con  potencia en el ataque, dirigido por Samir Nasri, David Silva, Sergio Agüero y Carlos Tévez. Poco pudo hacer el equipo dirigido por  Ferguson, y sus hombres de ataque fueron anulados por la defensa que puso Roberto Mancini.

En la cancha no se pudieron enfrentar desde el arranque los máximos asistidores de la Premier League inglesa: Valencia y Silva, que hasta antes de empezar el partido tenían 14 y 15 pases gol, respectivamente.
A pesar del dominio casi total del City, el gol de apertura tardó en llegar y recién a los 45’, al final de la primera etapa, los jugadores vieron recompensado su esfuerzo.

Silva sumó una asistencia más en la temporada cuando lanzó un tiro de esquina y apareció el defensa y capitán Vincent Kompany para rematar de cabeza y dejar sin opciones al golero David De Gea.

En el segundo tiempo no había señales de que ingresara Valencia para dar más fuerza al ataque. Danny Welbeck salió a calentar, mientras que  en el banco se quedaron el ecuatoriano y el mexicano  Hernández, a la espera de novedades.   

Antes del partido todo fue cordialidad entre Mancini y Ferguson, pero cuando faltaban 15 minutos para el final discutieron en la zona técnica y ambos hicieron gestos con las manos como diciendo que el otro hablaba demasiado.  
Después de eso, Ferguson se decidió por incluir al volante ecuatoriano, que entró en lugar de Paul Scholes a los 77’. Nani ocupó la banda izquierda y Valencia corrió por su posición habitual.

El ecuatoriano no tuvo mucha injerencia  durante el tiempo que estuvo en cancha, además de que la posesión le perteneció casi en su totalidad al rival.  Valencia estuvo más comprometido con labores defensivas que con su juego natural, por lo que solo pudo lanzar un centro para Wayne Rooney y Danny Welbeck.   El United nunca tuvo  una oportunidad clara de gol e intentó llegar con desorden al arco del golero Joe Hart.  

El partido terminó y los jugadores del City aún no celebraron un posible título, pero sus hinchas cantaban como si su equipo tuviera ya el trofeo en sus manos.

Con el triunfo, el Manchester City igualó a su vecino de patio con 83 puntos, pero cuenta con una diferencia de goles mayor, ya que tiene 61 y sus rivales 53.

El Manchester City no es campeón de la liga inglesa desde hace 44 años, cuando al torneo se  llamaba First Division, antes de tomar el nombre de Premier League en 1992.

Los títulos del City se dieron en la temporada 1936-1937 y luego  en 1967-1968, por lo que el club soñó durante mucho tiempo con volver a la élite del fútbol inglés.

El United jugará en las dos últimas fechas contra Swansea en Old Trafford y terminará la temporada el 13 de mayo contra el Sunderland en condición de visitante, mientras que el City se enfrentará al Newcastle y luego al Queens Park Rangers.

El entrenador de la selección ecuatoriana, el colombiano Reinaldo Rueda, presenció el partido en el estadio Etihad como parte de la gira que realizó por  Europa para ver el desempeño de los jugadores que actúan en ese continente.    

En mayo terminan los torneos allá, por lo que Rueda piensa en realizar entrenamientos específicos para los futbolistas nacionales que se queden sin actividad.

Carlos Tévez desea permanecer más tiempo en el City

El argentino Carlos Tévez reiteró  su deseo de quedarse en el Manchester City y contribuir en los éxitos futuros del equipo.   

“Este club ha creado algo especial en los últimos años. Este es el proyecto que me convenció para venir aquí”, afirmó el jugador, en declaraciones recogidas por el periódico Manchester Evening News.

El delantero fue apartado del equipo durante 6 meses por negarse a ingresar en el terreno de juego en los últimos minutos de un partido de Liga de Campeones en Múnich, en septiembre.