Mientras el comisionado de la NBA, Adam Silver, guarda silencio sobre la investigación abierta en torno al escándalo generado por los supuestos comentarios racistas del dueño de Los Ángeles Clippers, Donald Sterling, el alcalde de Sacramento, Kevin Johnson, en nombre del sindicato de jugadores aseguró ayer que estos han solicitado el máximo castigo posible.

Johnson, que trabaja como asesor del sindicato, comentó que la petición está orientada a que, como mínimo, la NBA impida a Sterling presenciar el resto de los partidos de la fase final de la presente temporada en los que participen los Clippers u otros equipos.  

La petición de los jugadores se produce después de conocerse los supuestos comentarios racistas que Sterling hizo en una conversación telefónica con su novia V. Stiviano cuando le pidió que podía “acostarse con negros”, pero no llevarlos a los partidos de los Clippers. De esta manera, Sterling volvió a ser el centro de atención extradeportiva, algo que se pensaba había pasado en la dilatada gestión del dueño más antiguo que hay en la NBA, pero que ha vuelto a surgir con el siempre delicado asunto del racismo.

La opinión despectiva de Sterling acerca de los afroamericanos no es una sorpresa. En alguna ocasión tuvo que pagar $ 2,75 millones como indemnización por una demanda federal de bienes raíces que incluía la  acusación de que Sterling y su esposa declararon que “los afroamericanos y los hispanos no eran inquilinos deseables, y que preferían inquilinos coreanos”.  

La actitud de Sterling no es sorpresa, porque también enfrentó una  demanda -que no prosperó- por despido injustificado, presentada por el exgerente general Elgin Baylor, quien reclamaba, entre otras cosas, que Sterling alguna vez dijo “prefiero tener a un hombre caucásico sureño dirigiendo a jugadores afroamericanos pobres”.  

La actitud de Sterling va acorde con el hombre cuya idea de celebrar el Mes de la Historia Afroamericana -que es en febrero- fue la de invitar a 1.000 niños de escasos recursos a un partido de los Clippers. Eso ocurrió en marzo.

La intención de los jugadores de la NBA ante este nuevo escándalo es que Sterling no asista a ningún partido de los Clippers o cualquier otro equipo durante la duración de los playoffs. Así lo aseguró Kevin Johnson, asesor del sindicato de basquetbolistas profesionales.

Sterling asistió el jueves pasado al tercer partido disputado en Oakland entre los Warriors y Los Ángeles Clippers, y tenía previsto acudir también al cuarto antes de hablar con dirigentes de la liga, que le aconsejaron que no lo hiciese hasta que se cerrase el proceso de investigación en su contra.